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31 ene 2016

El descarriado, o perplejo Partido Popular: notas aclaratorias para idiotas mudados en políticos

Señor Rajoy, la propuesta de formar gobierno que el Jefe del Estado le ha hecho, tiene que rechazarla o aceptarla ante el Congreso de los Diputados, donde da razones de la aceptación o rechazo con el propósito de ser aceptada o no por parte de los diputados congregados para tal fin.

La propuesta que elJefe del Estado ha hecho y hará no se la hace a usted sino al Congreso de los Diputados a través del Presidente del mismo.

Si se niega a defender su propuesta de aceptación o de negación, el Congreso de los Diputados, a través de su Presidente, le conminará a que comparezca. Su negación será considerada desobediencia al imperativo constitucional.

Su comportamiento de desacato al Congreso de los Diputados durante el período del mandato que como presidente del Ejecutivo, tendrá que ser debatido tras su comparecencia que se le será exigida.

El haber eludido la exigencia constitucional de someter al Congreso sus propuestas de gobierno basadas en la mayoría absoluta de diputados no es legal ya que la mayoría en el Congreso lo ha de ser por partidos o grupos políticos.

En el Congreso no hay voto por diputado sino por partido.

La perplejidad de la muestra del Partido Popular



ESPAÑEl PP presiona al Rey para que no proponga a Rajoy para la investidurEl PP acusa a Pedro Sánchez de empeñarse en una "propuesta de Gobierno radical que es un laberinto sin salida" para España
Javier Maroto, vicesecretario de Sectorial del PP hoy en rueda de prensa Uly Martín
Mariano Rajoy volverá a declinar acudir el primero al pleno de investidura como candidato a la presidencia del Gobierno si el rey Felipe VI le hace ese ofrecimiento en su cita bilateral de este próximo martes, con la que culminará esta segunda ronda de contactos políticos. El vicesecretario Sectorial del PP, Javier Maroto, ha confirmado este domingo esa posición cuando se le ha preguntado por cuál sería la actitud de Rajoy en esa audiencia con el Rey tras lo ocurrido este sábado en el comité federal del PSOE. Maroto ha afirmado: "Si no hay modificaciones en los apoyos recibidos no hay razones para cambiar". El dirigente popular, sin embargo, ha precisado que el Monarca puede actuar por su cuenta y proponer lo que considere oportuno.
El PP mantiene, por tanto, que Rajoy no debe someterse a un pleno de investidura en el Congreso en estas condiciones para perder y ser vapuleado por todos los demás partidos. "Hay que ir a la investidura con los respaldos suficientes, ese debate no es el debate de la nación, es un debate para explicar el programa de Gobierno", razonó Maroto para justificar esa negativa del líder del PP.
Javier Maroto ha comparecido en la mañana de este domingo en la sede central del PP en Madrid para hacer algunas reflexiones sobre la bloqueada situación política en España tras la reunión del máximo órgano entre congresos del PSOE. El PP insiste en sus tesis. Continúa con su ofrecimiento al PSOE de un Gobierno"de moderación y estabilidad" tanto a nivel estatal como autonómico y municipalallí donde los socialistas están al mando de las instituciones ahora con el respaldo de Podemos.
El vicesecretario del PP aprovechó la comparecencia para arremeter contra Pedro Sánchez incluso por haber agravado la situación tras el comité federal del PSOE "al haber enfrentado a la militancia con la dirección" al proponer una consulta con todas las bases y los afiliados sobre las hipotéticas alianzas de Gobierno. Maroto sostuvo hoy que el PSOE no ha entendido lo que los españoles demandan ahora tras votar el pasado 20-D que es "más diálogo, contactos y encuentros" entre los principales partidos. Los populares acusan a Sánchez de insistir, sin embargo, con su idea de un "Gobierno radical que es un laberinto sin salida" para España.
Maroto añadió que por parte del PP, además de ofrecerse para pactar Gobiernos al frente del Estado y en las Administraciones locales, también han añadido su disposición a no fijar ningún tipo de línea roja o asunto programático sobre el que no se pueda o deba hablar para llegar a un acuerdo.

Sabiduría en grupo

Ningún Objeto es observable como individuo sino como población, muestra, o grupo.

Ayer recogíamos la noticia de un Observador de multi-tensión, o poli-tensiómetro. útil para detectar, u observar masas en las mamas o, mejor dicho, detectar una población de masas no homogéneas en su tensión.

El análisis de ese grupo de tensiones ha de ser analizado para saber sobre la distribución de frecuencia de los diferentes estados de división de las células que lo constituyen.
Este análisis nos ha de informar del tipo de población de que se trata, abierto o cerrado. También del Estado-Tipo, o estadío de división celular probable en el que se encuentre, así como de los umbrales de relación con el medio con el cual se relaciona, para que la información obtenida sea pertinente, o permita su regulación o, si es el caso, su contro.

Sabiduría en grupo

La inteligencia colectiva aspira a llevar el trabajo en equipo a un nivel más eficiente en el que, gracias a la tecnología, los individuos puedan pensar juntos y encontrar soluciones.




Cuando se trata de juzgar la labor de una empresa, un Gobierno o cualquier otra organización, se suele destacar la figura del líder, carismático, inteligente y creativo (en el mejor de los casos). Pero la realidad es que la mayoría de decisiones que se toman en el día a día, desde la estrategia comercial de Google hasta los objetivos de una comunidad de vecinos, son fruto del trabajo en equipo. En el caso de la inteligencia individual, los psicólogos saben desde hace un siglo que hay personas más listas que otras; por ejemplo, los que obtienen buenas puntuaciones en las pruebas de cociente intelectual suelen tener mejor rendimiento académico, ganan más dinero, toman mejores decisiones e incluso viven más tiempo. En el caso de los grupos, ¿pasa lo mismo? ¿Tienen una inteligencia propia?
Esta fue la pregunta que nos movió hace años a mis colegas Thomas Malone y Christopher Chabris y a mí a investigar el tema de la inteligencia colectiva. En nuestros dos primeros estudios, publicados en la revista Science, reclutamos a casi 700 participantes y los agrupamos en equipos de dos a cinco miembros. Cada uno de ellos trabajó varias horas para llevar a cabo una serie de tareas rápidas, seleccionadas para representar los diferentes tipos de enigmas que deben resolver los grupos en el mundo real y que les obligaron a colaborar de distintas maneras. Algunas exigían creatividad, otras razonamiento verbal o moral, negociación o planificación.
Obtuvimos pruebas sólidas de que existe una inteligencia general en los equipos, igual que sucede con los individuos. La llamamos inteligencia colectiva. Aquellos que hacían bien un trabajo tendían a hacer bien los demás. En otras palabras, unos grupos eran más listos que otros. Después les pedimos que llevaran a cabo una tarea más compleja, una prueba de criterio. La puntuación de inteligencia colectiva que habíamos calculado basándonos en su tarea anterior permitió predecir bastante bien su comportamiento en la tarea de criterio, mientras que otros factores, como las puntuaciones individuales en pruebas de cociente intelectual, no.

Es muy probable que la tecnología pueda impulsar la inteligencia colectiva a nuevos niveles, al reforzar los procesos críticos

Lo más útil de estudiar estos comportamientos en grupos reducidos es que ofrece pistas sobre el funcionamiento a gran escala de colaboraciones virtuales y comunidades online. Nuestras conclusiones básicas se repiten tanto en el caso de grupos presenciales como en grupos en la Red, en grupos de estudiantes en una clase de máster y en proyectos de informática a lo largo de un semestre, en grupos de juego online o multiculturales.
También nos preguntamos qué distinguía a los equipos más inteligentes de los otros, y las respuestas nos sorprendieron. En primer lugar, descubrimos que no eran necesariamente aquellos grupos cuyos miembros tenían mayores cocientes intelectuales individuales. Tampoco eran los que tenían personas extrovertidas, ni aquellos con los individuos más satisfechos con su trabajo.
Los equipos más inteligentes se caracterizaban por tres características. Primero, los que contaban con más mujeres funcionaban mejor que aquellos equipos con más hombres. Segundo, los miembros de los equipos más inteligentes sacaban mejor puntuación en una prueba llamada "Leer la mente en la mirada", que mide hasta qué punto puede una persona hacer deducciones basándose en fotografías de los ojos de otros. Por último, en los equipos más listos, los miembros contribuían de forma más repartida a las discusiones en grupo, en lugar de dejar que las dominaran una o dos personas.
La reflexión sobre esos factores nos ha llevado a pensar cómo podríamos fomentar la inteligencia colectiva en grupos más amplios, tal vez comunidades de personas dispersas o expertos de todo el mundo que trabajan sobre problemas similares. Es muy probable que la tecnología pueda impulsar la inteligencia colectiva a nuevos niveles, al reforzar los procesos críticos. Si volvemos a recurrir a lo que conocemos sobre la función cognitiva individual, sabemos que los individuos necesitan memoria, atención y capacidad de resolución de problemas para funcionar bien. Como se ha observado en personas que trabajan en condiciones extremas como el espacio o en lo alto de una montaña, una disminución de cualquiera de estas funciones fundamentales puede tener consecuencias desastrosas.
Las investigaciones muestran que los grupos necesitan esas mismas funciones cognitivas de manera colectiva. Los grupos tienen que desarrollar sistemas de atención para fijarse colectivamente en el entorno, sistemas de memoria para almacenar y recuperar información y sistemas de resolución de problemas para coordinar las acciones de los distintos individuos con el fin de alcanzar el objetivo o solucionar el problema. Hoy vemos, cada vez más, herramientas tecnológicas que ayudan a los individuos, y poco a poco a los grupos, a realizar esas funciones. Llevamos mucho tiempo utilizando la gran capacidad de memoria informática como depósito de conocimiento, y la comunicación intensificada para ayudar en la coordinación y resolución de problemas. Sin embargo, estas tecnologías facilitan y dificultan la atención al mismo tiempo; muchas veces, la posibilidad de acceder a la información almacenada en una inmensa memoria en la nube y de comunicarnos con cualquiera prácticamente en cualquier parte divide nuestra atención.
Las nuevas herramientas para filtrar el correo electrónico y avisarnos de acontecimientos en nuestra agenda ayudan a centrar nuestra atención, pero esos son recursos diseñados para ayudar a individuos, no a grupos. Ahora bien, a medida que estas herramientas evolucionen y presten mejor servicio a los grupos, seremos más capaces de usar todas las tecnologías que amplían nuestras capacidades cognitivas colectivas y ser, todos, más inteligentes.

Las tecnologías facilitan y dificultan la atención; así la posibilidad de acceder a la información almacenada en una inmensa memoria y de comunicarnos con cualquiera prácticamente en cualquier parte nos distrae

Otro aspecto que hay que tener en cuenta al mezclar a los seres humanos con la tecnología para mejorar la inteligencia colectiva es la extraordinaria necesidad que tienen las personas de relacionarse. Podemos tener capacidad para llevar a cabo una serie de actividades, pero también tenemos que querer hacerlas. Nuestra relación con las personas involucradas en un proyecto influyen enormemente en la motivación. En nuestros primeros estudios no teníamos en cuenta la importancia de la cohesión de los miembros del equipo ni la calidad de las relaciones interpersonales. Pero en trabajos más recientes hemos visto que, para lograr objetivos más a largo plazo, los equipos necesitan las dos cosas: inteligencia colectiva y relaciones de calidad. En otras palabras, los equipos cuyos miembros se llevan bien, pero carecen de inteligencia colectiva, no trabajan bien, y tampoco los equipos con gran inteligencia colectiva, pero sin buenas relaciones interpersonales. Por ejemplo, los grupos de alumnos de un MBA en una de las principales escuelas de negocios de Estados Unidos necesitaron combinar la inteligencia colectiva y unas buenas relaciones interpersonales para aprender y mejorar con rapidez en una serie de trabajos que les habían asignado durante un semestre. En otro estudio realizado hace poco con Miriam Erez y sus colaboradores en Technion, el Instituto Tecnológico de Israel, descubrimos que los equipos multiculturales, repartidos por el mundo necesitaban inteligencia colectiva y un entorno de comunicación psicológicamente seguro para hacer una buena labor en un proyecto de larga duración.
¿Cómo podemos cultivar esas relaciones de calidad, necesarias para que los equipos puedan llevar la inteligencia colectiva a la práctica? Varias investigaciones han empezado a tratar esta cuestión. Laura Dabbish, Robert Kraut y sus colegas del Carnegie Mellon han estudiado cómo influye la comunicación en la naturaleza de las relaciones que se desarrollan a través de la Red. Su conclusión es que las clases de comunicación que cada uno recibe de los demás influyen mucho en su satisfacción y su interés en seguir actuando en esos grupos de Internet.
Tendremos que seguir desarrollando nuestra capacidad de fomentar relaciones interpersonales productivas en la Red, además de tecnologías que ayuden a mejorar la inteligencia colectiva. Y, cuando unamos estas ideas, podremos empezar a pensar en organizaciones virtuales mucho más amplias —y mucho más inteligentes—de las que han existido en el pasado.
Anita Williams Woolley es investigadora del Carnegie Mellon University, Tepper School of Business.
Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.

El idiota y zoquete humano que mata a nuestra descendencia en base a suno generada genética no humana

La península Ibérica es la principal receptor de personas y mercancías transmisora al continente Europa.

El pasmo ignorante y asesino de los poderes del Estado del Reino de España sigue sin tomar medidas por no saber lo que es SALUBRIDAD. La naturaleza idiota y zoquete de quienes llevan en su tarjetón de presentación la "maestría" en política, nos permite augurar un desenlace nada admirable para la población de nacidos en esta década.


Nuestros hijos serán gestionados con el virus del Zica que vivirá de sus nacientes cerebros.
No tendremos hijos, sino seres sin cerebro. Nos asociaremos para que el Estado y no los politejos nos proporcionen pensiones para ellos que nos permitan sobrevivir a nosotros, a los que el Estado nos robó el impuesto obligatorio con el epígrafe de pensión post laboral a los abuelos de estos niños y nieguen la "pensión no contributiva a nuestros hijos, padres de esos niños, que no han podido participar en esta población mediante el trabajo. Hijos a los que los ladrones políticos han engañado al mentirles y haberles negado la educación que les hubiera permitido matar, a ellos y a su descendencia degenerada.


14 países han registrado ya casos ‘importados’ del virus del zika

Florida (EE UU) y Argentina son los territorios que más preocupan al tener poblaciones del mosquito


El País, Emilio De Benito, 29-01-16





La propagación del virus del zika depende de dos factores: de que viaje el virus, y de que haya (o lleguen) mosquitos del género Aedes, que tienen capacidad para transmitirlo. El actual brote de Latinoamérica, cuyo epicentro es Brasil, sigue esa pauta: si se espera que abarque todo el continente –menos Canadá y Chile– es porque hay mosquitos en todos los demás países y territorios. Pero el transporte del virus corre a cargo, sobre todo, de los humanos, y estos lo han llevado ya a 14 países, según el último recuento que ha hecho este periódico a partir de los datos de la Sociedad Americana de Enfermedades








El coro de los padres solos





El coro de los padres más solos

El País, Macarena Vidal Liy, 30-01-16

La política de un solo hijo en China ha dejado cerca de un millón de "shidu", padres que han perdido a su único niño.


Cantar en coro es un pasatiempo muy popular entre los jubilados chinos. Pero la afición a la música no es lo que ha unido a estos hombres y mujeres de mediana edad que cada semana se reúnen para interpretar melodías en un austero módulo prefabricado en Fuchengmen, un barrio pekinés; lo que tienen en común es la necesidad de consuelo. Todos son “shidu”: padres que han perdido a sus hijos únicos. Un colectivo que la política china de un solo hijo contribuyó a multiplicar durante sus 36 años en vigor.



Wang Pentao tiene 53 años y voz de barítono. Su hija Yanxin murió a los 17 años de una enfermedad degenerativa en 2009 y desde entonces él encuentra que le sobra el tiempo. Hoy ha titubeado un poco al cantar el “Himno de los Héroes”, una tonada muy popular de la época revolucionaria. Apenas participa en el coro desde hace un mes. Antes se entretenía jugando a la Bolsa, pero las debacles de los últimos meses pusieron fin a ese entretenimiento.
“Ya no tengo hija que cuidar o con la que pasar los ratos libres, ni perspectiva de nietos de los que ocuparme. Las familias como la nuestra somos víctimas de la política del hijo único. Perdimos el hijo que teníamos y, con él, perdimos la esperanza”, cuenta este ingeniero, que cree que, de no haber estado prohibido desde 1979, “seguramente hubiéramos tenido un segundo niño”.
Liu Meili, trabajadora social, perdió a su hijo de 12 años hace siete por un problema cardíaco congénito. Su participación en el coro desde hace dos años le permite “recuperar la alegría”, admite. “Somos todos de una edad parecida y hemos pasado por lo mismo. Nos hemos hecho amigos”.
Hay cerca de un millón de “shidu” entre los 1.367 millones de habitantes de China, y cada año se añaden otros 76.000 más, según los datos del Ministerio de Sanidad. En un país donde la mentalidad confuciana obliga a tener descendencia que pueda honrar a los antepasados, muchos de estos padres caen en una depresión profunda.
“En la tradición china, perder un hijo es una maldición”, explica la psicoterapeuta Liu Fengqiu, de la organización no gubernamental Maple Center. “Cuando les ocurre, muchas familias tienden a aislarse; algunas incluso se mudan de casa y no se atreven a contar lo que les ha ocurrido”. Para estos padres es importante entrar en contacto con otros en su misma situación: “pueden contar su historia sin tabúes. Lloran juntos, se ríen juntos, dejan escapar juntos sus emociones”.
Cuando los problemas de estas familias empezaron a cobrar relevancia social, hace tres años, la Federación de Mujeres, una organización dependiente del Partido Comunista, propuso crear el coro de Fuchengmen. Hoy día el grupo tiene cerca de 500 miembros, aunque no todos participan con regularidad, explica su profesora, Ning Feng, una cantante profesional.
“Naturalmente, el nivel es muy desigual. Algunos siempre han querido cantar, a otros nunca se les había pasado por la cabeza. Pero eso es lo de menos”, afirma Ning. “Cuando se acostumbran a venir empiezan a esperar con ganas el momento de cantar y reunirse con sus amigos. Su pena es incurable, pero sé que aquí, ahora, cantando juntos, han aparcado por un rato su dolor”.
Para este ensayo, Ning ha tenido cuidado especial. Es el último antes de las vacaciones del Año Nuevo lunar, la fiesta en la que las familias chinas se desplazan desde donde estén para reunirse. Es un momento en el que los “shidu” sienten aún más su tristeza. Sucesivamente, la profesora va proponiendo himnos revolucionarios, melodías folclóricas rusas o duetos de ópera pekinesa. “Música de su época, que conozcan. Busco temas románticos, alegres. Jamás nada melancólico”.
Pero el problema de estos padres no es únicamente emocional. Es también económico. El sistema de seguridad social chino es muy precario y el sustento de los jubilados depende en muchos casos de sus hijos. Aquellos que los han perdido encaran una vejez de pobreza.
En los últimos tres años, las familias afectadas han comenzado a pedir compensaciones. En diciembre, un grupo de 500 “shidu” se concentró frente a la Comisión de Planificación Familiar para reclamar un aumento de las ayudas.
La ley china estipula que las autoridades locales deben entregar un subsidio a los padres mayores sin hijos, aunque esa cantidad varía enormemente dependiendo de la localidad. En ciudades grandes, como Pekín, puede alcanzar los 500 yuanes (unos 80 euros) mensuales por persona, aunque en las zonas rurales la cantidad puede ser apenas 170 yuanes (24 euros).
“No creemos que sea algo justo. Esperamos que se enmiende la ley, para que se desarrolle un sistema nacional de compensaciones”, declaró entonces uno de aquellos manifestantes, Shan Xuejin, a la revista Caixin.


Cantar en coro es un pasatiempo muy popular entre los jubilados chinos. Pero la afición a la música no es lo que ha unido a estos hombres y mujeres de mediana edad que cada semana se reúnen para interpretar melodías en un austero módulo prefabricado en Fuchengmen, un barrio pekinés; lo que tienen en común es la necesidad de consuelo. Todos son “shidu”: padres que han perdido a sus hijos únicos. Un colectivo que la política china de un solo hijo contribuyó a multiplicar durante sus 36 años en vigor