De pecheros y funcionarios.

En el año 2014 había en el Estado del Reino de España 36 millones de españoles. No sé cuantos de los mismos hemos sido pecheros, u obligados a dar  al Estado  una parte de nuestro trabajo, no del beneficio del mismo.

Por otra parte, hemos tenido que pagar al Estado por servicios utilizados y que el Estado obliga a utilizar teniéndoles en exclusividad.

Hoy estamos obligados a pagar al Estado por los medios energéticos que utilizamos. Medios que el Estado tiene encargados de duministrar a entidades no estatales, o privadas.

En la Edad Media los puentes para atravesar un río eran encargados de administrar a entidades privadas, con carácter hereditario, que se les decía mayorazgos, y que por ostentar la representación legal del Señor, Duque, Príncipe, o Rey, se les decía "nobles". Hoy, a estos nobles, se les dice "funcionarios públicos" o, simplemente, "funcionarios"

"La tierra para quien la trabaja", ha sido una realidad muy reciente.

Aquellos que trabajaban la tierra tenían que dar una cantidad del producto al Señor. En ningún momento eran propietarios de la tierra. Esta era propiedad del Señor.

Las tierras del Señor no tenían valor si no tenían quien las trabajara. El interés por las tierras solo lo era si tenían pecheros.

La sumisión de los pecheros al Señor era a cambio de una defensa de sus vidas. Defensa que, en ocasiones, lo era del propio Señor.

Ayer se visitó el puente de Olloniego y el palacio del mismo que forma parte del "Mayorazgo de Olloniego".  Desde los años noventa BIC.

Merece la pena ver el conjunto para estudiar el origen del "Registro de Propiedades" en España y, en particular, en Asturias.

Desde un punto de vista sanitario se puede seguir el rastro de genes desde mediados del primer milenio.

El concepto físico de caudal, gasto y flujo nos permite acceder al conocimiento genético poblacional y social.

Rosalía Bernaldo de Quirós Benavides y Peón,  6ª poseedora del Mayorazgo de Olloniego, casa con Augusto Bailly Morell, con descendencia.

Amalia Bailly Morell y Bernaldo de Quirós Benavides y Peón, hereda el BIC, casa con José María Díaz-Ordóñez y Escandón, con descendencia.