Mi agradecimiento y disposición a todos los asturianos, todos los trabajadores, mineros y transportistas, ahora.
No estoy dispuesto a someterme al Estado de España en la condición de consumidor que pretende.
Los advenedizos que actúan desde Madrid, desconocen que Asturias es Nación desde hace más se dos mil años. Los asturianos nos hemos conformado con nuestra cabeza y nuestras manos. Nunca nos hemos sometido.
Nuestros recursos no dejaremos de utilizarlos. Nunca.
Seguimos con las palmas hacia arriba, orgullosos de poder mostrarlas. Así lo hicieron nuestros padres y, así lo harán nuestros hijos, pues han crecido entre nosotros, erguidos y mirando a los ojos. Nunca , jamás, la nación asturiana bajará la cabeza, jamás olerá las excretas de señor alguno.
Tengo rabia por los miserables que pretenden someternos.
Rabia que contengo en mi cabeza y en mis manos. Rabia que no dudaría en desatar si la situación y/o los mismos me lo propusiesen.
¡Adelante Asturias!. Puxa Asturias.
¡Adelante!. Mirando al frente con la cabeza bien alta y los hombros bien atrás, ofreciendo el pecho.
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