El que calla, otorga.
El que calla, lo hace a palabras necias.
Cuando el que calla, actúa, el necio se sorprende.
El necio cree que el que calla es imbécil.
Cuando el que calla actúa, piensa que el imbécil estaba obligado a responder.
Cuando el Mercado calla, es por considerar que las afirmaciones que se han hecho no merecen ser contestadas. Cuando el robado calla, no es por no saber que le han robado. El ladrón cree que el robado es ignorante.
Siéntate delante de tú casa y espera. Verás al ladrón pasar mendigando.
Cuando por parte de nuestro Ejecutivo se miente, no engaña al Mercado. Solo el que no conoce es engañado por el mentiroso, que es listillo entre los suyos.
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