Los Poderes del Estado están cometiendo excesos, felonías, en sus actuaciones que comprometen seriamente la Libertad de los Españoles, en su libre voluntad de mantenerse asociados en la conformación, mantenimiento y desarrollo de la Sociedad de España a través del Estado del Reino de España.
Frente a la acción de la fuerza y no de la razón solo hay una respuesta de supervivencia la fuerza y no la razón.
Su voluntad sigue siendo la misma, aunque socavada por la actuación perversa del Ejecutivo y del Legislativo, actuando con represión de sus aspiraciones de Libertad Individual en convivencia Social, comprometida voluntariamente en la Declaración escrita, o Constitución de 1978.
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