Grupo de Oviedo (1862-1903)

Estudio preliminar

El "Grupo de Oviedo" o la Fuerza del Ideal
(Discursos de apertura de Curso (1862-1903)

Prog Dr. Santos M. Coronas González
Catedrático de Historia del Derecho y de las Instituciones de la Universidad de Oviedo



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Su común ascendencia asturiana por lo general, ovetense en los más; su trabazón académica con alumnos convertidos después en profesores; su propia experiencia de grupo con episodios tan sonados como la defensa de la dignidad de la institución, representada por el buen Rector Salmean, frente a los manejos del Ministerio, o en fecundas iniciativas institucionales, académicas y sociales, fueron otros tantos lazos de unión del grupo al margen de la diaria convivencia en el claustro universitario o en la ciudad levítica crecida a la sombra de la catedral, con frecuentes reuniones, paseos y banquetes donde el buen humor, la camaradería y los discursos que aliaban en pro de una convivencia armónica. La Universidad era por entonces, en lenguaje coloquial, la casa, y en adornados igualmente por su ciencia histórica, económica y política con las insignias doctorales; el fecundo conservadurismo de Caveda, de Pedro José Pidal y Alejandro Mon... parece latir en el corazón espiritual de este grupo que, reconociendose heredero de una tradición con su propia gloria universitaria.

Al lado de aquellos ilustres vinculados en algún caso a la institución por el doctor honorífico, figurarían ya para siempre en la historia de la Universidad de Oviedo los de Estrada, Canella, Buylla, Aramburu, Alas, Posada, Díaz-Ordóñez, Jove, Sela, Serrano, Vallina, Berjano, Altamira, Álvarez juntó a los más fugaces, por falta de arraigo local, de Piernas Hurtado, Zureda, Barro y Mier... Todos ellos, de manera individual y colectiva, personal e institucional, procuraron mantener vivos los antiguos ideales de progreso cultural en un tiempo de crisis de la conciencia patria, agudizada por la pérdida histórica del Imperio. El dramático contraste de una nación envejecida  que pronto celebraría el tercer centenario de su símbolo patrio, el Quijote, con una población mayoritariamente analfabeta, y la fuerza de otra nueva que desde su fundación, un siglo atrás, había probado el valor  de la libertad y actividad a la inglesa, sacudió como nunca antes la conciencia nacional que apeló por entonces a la regeneración histórica de España.