¡Eh, hay otro mundo!

Saber sentir: Oler, Saborear, Palpar, Escuchar, Mirar. 

Saber de los sentidos: Olor, Sabor, Tacto, Sonido Visión.

Cuando el individuo humano se pone sobre sus pies y ve el suelo del que viene, el horizonte al que va, trata de tomar a este, una fuerza, hasta entonces no manifestada, le impulsa a tomarlo con las manos, a modo a como venía haciendo con el suelo con sus pies. Sus manos se proyectan ante sus ojos y, por primera vez las ve. Con ellas trata de asirse a ese horizonte que no consigue tocar. Hace un alto, mira sus manos, luego sus pies y,miras ello, mira el suelo firme que le proporciona seguridad. Luego mira al horizonte que se le resiste y vuelve a mirar el suelo; no son lo mismo: los pies le dan seguridad y las manos no. ¿En que utilizar las manos? No encuentra respuesta y, por ello que bate una contra otra; oye una respuesta que no sabe de donde viene. Mueve la cabeza de un lado a otro y no sabe de donde viene. Nuevamente palmea su manos, su boca se abre y de ella sale un sonido, que tampoco comprende. Lleva sus manos a la boca y trata de tomar con sus manos el sonido que de ella sale; no consigue asir nada. Furioso, abre y cierra la boca, al igual que hace con sus ojos, mientras agita pies y manos. Desconsolado, se vuelve al suelo donde aprecia que de sus ojos caen lágrimas. Junto con la tierra las coge del suelo pasando de mano a otra la masa que no consigue mantener quieta. La aprieta con sus manos y, al no poder encontrar respuesta en ella al horizonte descubierto, la deja suavemente en el suelo. No es el horizonte pero sí es algo que lo identifica con él.  Así representa lo que le pregunta con lo que desea responder. Nació el hombre creador de un mundo que le es útil y no el mundo que no le es útil. Nació con él, la consciencia.