Respuesta democrática a la rebeldía de los partidos políticos.

La apuesta de fuerza de partidos políticos al Estado del Reino de España no ha de ser respondida por un Ejecutivo con mayoría absoluta. Lo razonable es nombrar un Ejecutivo Provisional y nombrar un Dictador por parte del Congreso de los Diputados que haga frente racional y no de fuerza a la situación que conducirá al ejercicio de la fuerza por parte de los partidos rebeldes y la necesaria intervención de las Fuerzas Armadas, no policial -directa ni indirecta de la Guardia Civil. 

No es racional dar respuesta sin antes tenerla bien pensada y aprobada por el Congreso de los Diputados, y refrendada por el Jefe del Estado.