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16 ago 2015

El ministro de lka Constitución de1978

Por las palabras de don Jorge Fernández he deducido que su educación es vocacional cristiana de Roma. Sin embargo su trabajo debiera ser profesional constitucional de 1978.

Su trabajo no es de intermediación ante el Dios Trino Cristiano sino ante el pueblo de España Constitución de 1978.
La  Constitución de 1978 no establece la confesión como medio de intermediación entre el ciudadano y los Poderes, o Servicios del Estado.

Mi cultura cristiana me obliga a rectificar el discurrir de mi pensamiento. Probablemente al señor Jorge Fernández le suceda algo parecido. Cuando uno se encuentra con un error, festeja el hecho, puesto que, al fin dio con la verdad: eran verdad mis afirmaciones excepto bajo las condiciones que no lo eran. Halleme que este era el camino equivocado, no era el camino deseado.

Si continúo mi caminar por el errado, lo peor no es el no ir por el verdadero sino profundizar en el errado. y, esto me cualifica como necio y, por ello, otros me apartarán del camino por discapacitado.


Tener conocimiento acerca de mi trabajo y entender de mi capacidad.

Saber si estás acompañado por necios. Si quienes te acompañan es "la conjura de los necios", pocas posibilidades tiene don Jorge de trocar el camino emprendido.

El ministerio es el lugar en el cual el ministro ejerce "su ministerio", en ningún caso es un lugar privado, sino público. Por tal motivo, no es el lugar de reunión de amigos ni donde se traten asuntos personales, o privados.

 En el ministerio es el lugar de reunión de ciudadanos y donde se tratan asuntos comunes, o públicos.

El ministerio es la iglesia, o consistorio donde se tratan los asuntos de la comunidad bajo la autoridad del oficiante, o ministro.
Los asuntos privados se tratan en un confesionario, o aparte, entre l ministro, como intermediario, y el Poder del Estado ante quien intercede a petición del ciudadano, o feligrés.

cuando el ministerio es ante quien tiene que confesar, se ha instituido el libro de reclamaciones y el intermediario, o abogado del Pueblo.

Hubo un tiempo de dictadura en el cual la iglesia usurpó el papel de la iglesia y el pueblo se constituyó en asambkea, o consistorio, al igual que sus anteriores a la iglesia católica lo hacían bajo el techo, tejo, o texu.





Fernández Díaz hoy durante la rueda de prensa. / ÁLVARO GARCÍA






Fernández Díaz hoy durante la rueda de prensa. / ÁLVARO GARCÍA


El ministro del Interior, Jorge Fernández, no se amilanó este viernes y arremetió contra todos los grupos para defender su reunión de una hora con Rodrigo Rato en su despacho oficial. Fernández compareció en la Comisión de Interior del Congreso y aseguró que el exvicepresidente le pidió ese encuentro porque estaba preocupado por su seguridad, tras recibir insultos y amenazas, especialmente, a través de redes sociales. No consta que Rato haya presentado ninguna denuncia. Toda la oposición rechazó la versión de Fernández y exigió su dimisión. UPyD pedirá un careo en la Audiencia Nacional entre Fernández y Rato.
Fernández defendió haber recibido a Rato en su despacho el pasado 29 de julio. Incluso, consideró que era su “deber y responsabilidad” hacerlo y arremetió contra toda la oposición que, de forma unánime, criticó ese encuentro y pidió su dimisión.
“Era mi deber atender a Rato; se reunió conmigo por su seguridad personal”, explicó sin atisbo alguno de arrepentimiento. Sin propósito de enmienda. Es más, el ministro acusó a los que “han hecho especulaciones y han lanzado acusaciones sin fundamento y conjeturas calumniosas”. Es decir, a toda la oposición porque todos los demás grupos han rechazado su versión y han pedido su dimisión. Hasta sacó a relucir los pactos del PSOE con Podemos, Cataluña, la posición del PSC y ETA para atacar a los socialistas, a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y Amaiur.
Fernández aseguró que el exvicepresidente del Gobierno le pidió ayuda porque había recibido amenazas e insultos. Rato estaba “preocupado por la posibilidad de que le retiraran la seguridad”, pese a que tanto él como su entorno estaban recibiendo amenazas e insultos, ante los que se sentía “vulnerable”. Como prueba se referió a más de 400 mensajes en redes sociales insultando a Rato. No consta que Rato haya denunciado en el juzgado ninguna amenaza.

Inquieto por su seguridad

“El encuentro no versó para nada sobre la situación procesal del señor Rato, sino sobre una cuestión tan sensible como su seguridad y la de su entorno más próximo. El señor Rato vino a hablar conmigo de una fundada preocupación que afecta a su seguridad. Son cuestiones que merecen mi atención y por eso se hizo en Interior. Era una preocupación fundada”, aseveró.
“Lo que le pase al señor Rato con la justicia no es de mi incumbencia, pero sí lo es su seguridad, por mucho que se le hayan retirado sus honores”, añadió.
Según su versión, explicó a Rato los criterios sobre la seguridad que, en este momento y a pesar de los recortes se mantienen para expresidentes, exvicepresidentes del Gobierno y ministros del Interior. De 429 personas protegidas por Interior se ha pasado a 164, según detalló. Según dijo, él ha recibido a “decenas y decenas de personas” que han ido a plantearle problemas de seguridad y él siempre les ha recibido. “Es muy negativo que estemos debatiendo esto en público”, añadió.

Un ‘piso franco’

Usó gran parte de su intervención en explicar por qué le recibió en su despacho. “Le hubiera recibido en un piso franco o de forma clandestina si hubiera hecho algo éticamente reprobable, pero era absolutamente legal y no merecía ningún reproche ético, por eso ni clandestina ni secretamente, a plena luz del día, por la puerta principal, pasando los controles de la Guardia Civil y en día laborable”, aseguró. “Actué como debía actuar, con respeto al Estado de derecho y la ley y sin hacer dejación de funciones”, concluyó.
El ministro aseguró que no habló con Rajoy de la reunión hasta después de salir publicada la noticia en El Mundo. La oposición cuestionó esa versión y sus argumentos. “Es patético”, le espetó Ricardo Sixto (IU). Rosa Díez (UPyD) habló de “acto de cobardía por escudarse en los policías” y anunció que su partido pedirá en la Audiencia Nacional, en el sumario en el que está personado, un careo entre Fernández y Rato.
Para Feliu-Joan Guillaumes (Convergència), Fernández “hubiera podido ser ministro franquista”. Y Antonio Trevin (PSOE) recordó los mensajes de ánimo al extesorero del PP Luis Bárcenas y preguntó si dio información a Rato o si hubo algún tipo de pacto.
El ministro arremetió contra todos, especialmente contra los socialistas, a los que llamó “pirómanos y calumniadores”. Y sobre la iniciativa del PSOE de denunciarle ante la Fiscalía les dijo: “Me aplican un Código Penal propio de Corea del Norte”.

Rajoy: “Ha dado las explicaciones pertinentes”

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró este viernes en Ordes (A Coruña) que el ministro del Interior había dado las “explicaciones pertinentes” sobre su reunión con Rato el pasado 29 de julio. Según explicó el presidente, los temas de seguridad y de garantía de los derechos y libertades hay que tratarlos “de forma discreta”: “Se trata (...) de una persona amenazada, se la atendió y el ministro debe tomar las decisiones que crea que son mejores para salvaguardar su seguridad”, dijo. Rajoy afirmó que el PSOE no había pedido la comparecencia para escuchar a Fernández, sino para ver si podía “pescar algo en río revuelto”.ste viernes y arremetió contra todos los grupos para defender su reunión de una hora con Rodrigo Rato en su despacho oficial. Fernández compareció en la Comisión de Interior del Congreso y aseguró que el exvicepresidente le pidió ese encuentro porque estaba preocupado por su seguridad, tras recibir insultos y amenazas, especialmente, a través de redes sociales. No consta que Rato haya presentado ninguna denuncia. Toda la oposición rechazó la versión de Fernández y exigió su dimisión. UPyD pedirá un careo en la Audiencia Nacional entre Fernández y Rato.
Fernández defendió haber recibido a Rato en su despacho el pasado 29 de julio. Incluso, consideró que era su “deber y responsabilidad” hacerlo y arremetió contra toda la oposición que, de forma unánime, criticó ese encuentro y pidió su dimisión.
“Era mi deber atender a Rato; se reunió conmigo por su seguridad personal”, explicó sin atisbo alguno de arrepentimiento. Sin propósito de enmienda. Es más, el ministro acusó a los que “han hecho especulaciones y han lanzado acusaciones sin fundamento y conjeturas calumniosas”. Es decir, a toda la oposición porque todos los demás grupos han rechazado su versión y han pedido su dimisión. Hasta sacó a relucir los pactos del PSOE con Podemos, Cataluña, la posición del PSC y ETA para atacar a los socialistas, a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y Amaiur.
Fernández aseguró que el exvicepresidente del Gobierno le pidió ayuda porque había recibido amenazas e insultos. Rato estaba “preocupado por la posibilidad de que le retiraran la seguridad”, pese a que tanto él como su entorno estaban recibiendo amenazas e insultos, ante los que se sentía “vulnerable”. Como prueba se referió a más de 400 mensajes en redes sociales insultando a Rato. No consta que Rato haya denunciado en el juzgado ninguna amenaza.

Inquieto por su seguridad

“El encuentro no versó para nada sobre la situación procesal del señor Rato, sino sobre una cuestión tan sensible como su seguridad y la de su entorno más próximo. El señor Rato vino a hablar conmigo de una fundada preocupación que afecta a su seguridad. Son cuestiones que merecen mi atención y por eso se hizo en Interior. Era una preocupación fundada”, aseveró.
“Lo que le pase al señor Rato con la justicia no es de mi incumbencia, pero sí lo es su seguridad, por mucho que se le hayan retirado sus honores”, añadió.
Según su versión, explicó a Rato los criterios sobre la seguridad que, en este momento y a pesar de los recortes se mantienen para expresidentes, exvicepresidentes del Gobierno y ministros del Interior. De 429 personas protegidas por Interior se ha pasado a 164, según detalló. Según dijo, él ha recibido a “decenas y decenas de personas” que han ido a plantearle problemas de seguridad y él siempre les ha recibido. “Es muy negativo que estemos debatiendo esto en público”, añadió.

Un ‘piso franco’

Usó gran parte de su intervención en explicar por qué le recibió en su despacho. “Le hubiera recibido en un piso franco o de forma clandestina si hubiera hecho algo éticamente reprobable, pero era absolutamente legal y no merecía ningún reproche ético, por eso ni clandestina ni secretamente, a plena luz del día, por la puerta principal, pasando los controles de la Guardia Civil y en día laborable”, aseguró. “Actué como debía actuar, con respeto al Estado de derecho y la ley y sin hacer dejación de funciones”, concluyó.
El ministro aseguró que no habló con Rajoy de la reunión hasta después de salir publicada la noticia en El Mundo. La oposición cuestionó esa versión y sus argumentos. “Es patético”, le espetó Ricardo Sixto (IU). Rosa Díez (UPyD) habló de “acto de cobardía por escudarse en los policías” y anunció que su partido pedirá en la Audiencia Nacional, en el sumario en el que está personado, un careo entre Fernández y Rato.
Para Feliu-Joan Guillaumes (Convergència), Fernández “hubiera podido ser ministro franquista”. Y Antonio Trevin (PSOE) recordó los mensajes de ánimo al extesorero del PP Luis Bárcenas y preguntó si dio información a Rato o si hubo algún tipo de pacto.
El ministro arremetió contra todos, especialmente contra los socialistas, a los que llamó “pirómanos y calumniadores”. Y sobre la iniciativa del PSOE de denunciarle ante la Fiscalía les dijo: “Me aplican un Código Penal propio de Corea del Norte”.

Rajoy: “Ha dado las explicaciones pertinentes”

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró este viernes en Ordes (A Coruña) que el ministro del Interior había dado las “explicaciones pertinentes” sobre su reunión con Rato el pasado 29 de julio. Según explicó el presidente, los temas de seguridad y de garantía de los derechos y libertades hay que tratarlos “de forma discreta”: “Se trata (...) de una persona amenazada, se la atendió y el ministro debe tomar las decisiones que crea que son mejores para salvaguardar su seguridad”, dijo. Rajoy afirmó que el PSOE no había pedido la comparecencia para escuchar a Fernández, sino para ver si podía “pescar algo en río revuelto”.

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