Pensar en hacer desaparecer la actividad terrorista es como decir hacer desaparecer el comportamiento de adaptación,o comportamiento evolutivo.
Los que portan el nombre de político necesitan una educación racional científica, aunque es poco probable que se pueda hacer por su condición genética.
Discurso de Hollande en la televisión francesa. / MATTHIEU ALEXANDRE (AFP)
El presidente francés, François Hollande, ha presentado este jueves unas felicitaciones de año nuevo “que no se parecen a ninguna de las anteriores” tras un “terrible” 2015 “que se ha iniciado por los cobardes atentados” contra la revista Charlie Hebdo y un supermercado judío, en los que murieron 17 personas, para cerrarse “con el horror de los actos de guerra” del pasado 13 noviembre, los ataques de París que se cobraron la vida de 130 personas. “No hemos acabado con el terrorismo”, ha advertido. Junto a esta prioridad, Hollande se ha fijado como principal objetivo para el año nuevo la lucha por la recuperación económica.
“La amenaza terrorista está a su nivel más alto”, ha insistido el presidente, que este año, de forma simbólica, ha realizado su discurso de una decena de minutos desde el Salón de Napoleón III del Elíseo y no desde su despacho como en ocasiones anteriores. Es el mismo lugar desde el que se dirigió a los franceses tras los atentados yihadistas de enero y los de noviembre. “Desbaratamos, de forma regular, nuevos atentados y por ello, mi primer deber es el protegeros”, ha añadido.
Esta protección pasa primero por tomar acciones en el “origen del mal en Siria y en Irak”, donde París ha intensificado los ataques contra el Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés). “Los golpes dados dan sus frutos, los yihadistas retroceden y seguiremos el tiempo que haga falta”. En segundo lugar, Hollande ha defendido la importancia del estado de excepción, decretado tras los ataques de noviembre y en vigor hasta finales de febrero, así como su reforma constitucional, que tiene a la izquierda dividida. Se ha referido directamente a su medida más polémica, la de retirar la nacionalidad a los franceses con doble pasaporte nacidos en Francia condenados por terrorismo. “El debate está ahora en manos del Parlamento”, el cual debe aprobar la revisión constitucional por una mayoría de tres quintos.
Junto al terrorismo, Hollande, que en 2017 aspira a presentarse a su reelección a la presidencia, ha recordado la urgencia de la situación económica y social. “La lucha contra el desempleo sigue siendo mi prioridad”, ha declarado el mandatario, que se ha fijado como meta revertir la tendencia al alza del paro antes de acabar su mandato. Para ello se lanzará un “plan masivo de formación” para los desempleados que beneficiará a 500.000 personas. A principios de año se crearán también nuevas ayudas para la contratación. Se espera que Hollande de más detalles sobre sus medidas económicas el próximo 18 de enero, en sus felicitaciones de año nuevo a los actores económicos y sociales ante el Consejo Económico, Social y Medioambiental (CESE). Si los últimos datos muestran una ligera caída de las personas que buscan empleo en noviembre respecto a octubre (-0,4%), la tendencia anual sigue siendo al alza del 2,5%.
Al margen del eje de seguridad y el económico, Hollande ha tenido palabras para recordar la crisis migratoria que vive Europa, para la que aboga por reforzar las fronteras, acoger a los refugiados y devolver a las fronteras a los que no puedan optar al asilo político. Se ha felicitado por los resultados de la cumbre sobre el Clima de diciembre en París y anunciado el lanzamiento de un gran plan para renovar edificios y desarrollar las energías renovables y el crecimiento verde. Tras grabar su discurso, Hollande se ha desplazado hasta los Campos Elíseos para visitar a los 1.700 policías y gendarmes y 280 médicos desplegados en los alrededores de la avenida para las celebraciones de nochevieja
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