El lapicero que escribe.

"El lapicero que escribe la historia". Así comienza la noticia dada por Inés P. Chávarri, en la pág. 23 de El País (5-4-13).

... "El sacerdote precisó que los soldados, comunistas, fueron enterrados boca abajo, "por ateos".

... "También se halló un lapicero con el que, estando en el frente, uno escribe a su novia, a su madre, o a su mujer. Ese lapicero puesto en nuestras manos, en el siglo XXI, nos obliga a todos, cada uno desde su responsabilidad, a seguir hablando de esta historia en tono positivo y reivindicando  los derechos humanos hacia el pasado  y el futuro".

Mirando a la tierra y con la boca a la tierra se entierra a las PERSONAS por temor a que levanten la cabeza al asesino y le miren a los ojos y con la boca hablen de sus injurias.

Mi padre ha sido enterrado clandestinamente, mirando al suelo para no ver su mirada de Hombre Cognoscente y para que su palabra no delatara los ladrones de su vida.

Mi padre, mi PADRE, llevaba en sus manos un lapicero que es la MEMORIA DE SUS HIJOS. Mi Padre tiene  MEMORIA, es una PERSONA y, por ello, NOBLE. Sus ladrones, robaron su vida pequeña por envidiarla. No robaron su gran tesoro, su VIDA GRANDE, su MEMORIA, la FAMILIA GRANDE POR ÉL CREADA.

Padre, tengo en mis manos, que son tu familia, tu memoria, entre mis manos.

¡Ay de aquellos ladrones que han robado tu vida pequeña!. Reptando andarán por la vida, la única que el homo reptante tiene, sumida en el humus.