Ayer, escuchando (oyendo con crítica) al ministro de Economía del .ejecutivo del Estado Reino de España, dióseme en pensar que tengo "suerte" de vivir para ver aquello que me interroga del siguiente modo.
¿Cuando se habrá producido la unión de la materia humana con el espíritu divino, la unión de la cosa material con la espiritual, en el Ejecutivo de España?.
Merece la pena realizar un Concilio (propongo en Lugho de Llanera, por razones históricas y por la presencia del monte sagrado, donde habita el dios de los dioses, el llamado Santo Firme, Santo Eterno, o Santo entre los Santos. La Policía del Ejecutivo podría asentarse en Lucus Asturun).
A quien no conozca el Santo Firme le propongo lo visite y, desde el Asentamiento Lughon en el lugar conocido como El Truébano (hasta donde sube la niebla) contemple la hermosa llanura que por el sur tiene el Monte Naranco y por el suroeste se acerca a Oviedo por la población conocida por Lugones. Mas arriba, y con dia "despejado, desde el lugar conocido como Mundin, podrá ver los límites del monte sagrado lughon que llegna mas allá de la población de Villabona,La Vega, Tabladiello y Villardeveyo, siendo posible ver con ojo desnudo el mar Cantábrico a nivel de la población de Gijón.
En todo Llanera os encontraréis con las personas lughonas que, orgullosas, por venir de, os hablaran de como sus ancestros lucharon por su libertad e independencia contra el Imperio de Roma que nunca llegó a llamarles "bárbaros" por el respeto que imponía la bravura de su condición singular, reservándose tal calificativo (no despectivo, sino refiriendo a los que no tenían una organización social, sino de nivel poblacional) a los Individuos Humanos que vivían más allá de las fronteras de Roma y, en especial del "pueblo briton". Pueblo del que hace unos dias hablé por su condición de traidor al frente del cual estaba el conde Sonna en los límites del Reino de Asturias, al Ete del rio Eo, ya en la Edad Media, cuando En Asturias Ramiro daba las espaldas a Llanera desde la singular construcción conocida como Santa María y la de San Juan de Lillo.
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