Los dos primeros concilios ecuménicos de la Iglesia Popular llevaron a conclusiones claras, como no podía ser de otra manera. El Presidente de la Iglesia, José María Aznar, tras sacrificar su vida en la cruz, para obtener el perdón de los Individuos Humanos por parte del Sumo Creador, retirose en ayunas, sin pensar en el esclerotizante efecto de la hipercolesterolemia que tal actitud produciría sobre las arterias ya dañadas por la corona de espinas doradas que su reinado en este mísero mundo le había producido. En su retiro en el desierto, José María llegó a unir su condición de persona y la sustancia divina, así como las relaciones de estas.
Tiempo después, en Málaga, aparece la doctrina según la cual la unión de las dos naturalezas de José María no era completa, llegando a demostrarse que había independencia de su naturaleza humana antes y después de la unión de esta con la naturaleza divina.
Al llegar Mariano Rajoy como Obispo, o Presidente, que así decían en Oriente y en Occidente, a la sede de Génova, hizo lo posible por imponer la tesis, o doctrina de Málaga a toda la Iglesia, o Partido Popular, que así diose en llamar.
Para imponer su doctrina no dudó en hacer persecuciones de aquellos que consideraba adversarios, o que dudaban de sus severos asertos.
Estas persecuciones levantaron verdaderas turbulencias que dieron en llamar "ciclogénicas" en aquellos señoríos en los que el viejo imperio, otrora atado por Teodosio el franco, se había convertido al sur de la marca de los Pirineos, donde el ancho de vía de la ya vieja Europa se hacía estrecho.
José María, "El Viejo", retirose a leer y a pensar por recomendación de su psiquiatra, al entender que era cosa por la que debiera haber comenzado antes que hacer cosas en la cosa pública.
Más a su pesar, retiráronlo a empujones y nombraronlo Presidente de una ONG con ánimo de lucro a través de la subvención pública, cargándose, para ello, la llamada Investigación y otras cosas propias de los para Él masa sin forma ni pensar.
Al eméritarse José María nombrose a Mariano Rajoy. El problema está planteado: dos cristos con doble naturaleza humana, la pregunta quién fue concebido primero, si lo fue por el mismo Espíritu Santo, o por más de uno.
Bueno, voy dejalo aquí sino esta Chronica Augustniensis no la va entender ni Alfonso III, el Magno pa nos. Pero soy Lughon y la continuaré para más gloria de nuestro mentiroso señor de la vara que tamién, vaya Cristo d'homes mis diste Pa.
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