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30 nov 2014
Sobre el yo y lo real. A mi sobrino Augusto.
La absurda toma de temperatura en el Ébola.
No se puede controlar la epidemia del virus del Ébola, ... ni tampoco la de Federico.
Cuando el ébola salió del bosque
La epidemia cumple un año y sigue fuera de control tras afectar a seis países africanos y causar 7.000 muertes
En realidad, el ébola siempre estuvo allí. Desde hace décadas, los investigadores de las fiebres hemorrágicas en África saben que este virus está circulando por los bosques desde Kenia hasta Guinea. Y saben que el principal huésped natural son tres especies de murciélago. Un estudio científico de 1987 publicado en el Boletín de la Sociedad de Patologías Exóticas ya revelaba una importante presencia de anticuerpos en la población de Guinea, lo que puso de manifiesto la existencia de esporádicos contactos entre el ser humano y el virus. Y no solo en este país. Sin embargo, nunca antes se había producido una epidemia de la dimensión actual que ya alcanza los 16.169 contagios, y los 6.928 muertos. Todo comenzó el 2 de diciembre de 2013, hace ahora un año, en un pequeño pueblo de una provincia, la Guinea Forestal, llamado Meliandou.
Ese día, un niño de dos años llamado Émile Ouamouno comenzó a tener fiebre alta, vómitos y hemorragias internas. Los epidemiólogos creen que es el paciente cero, la persona que entró en contacto con el virus, se contagió y desarrolló la enfermedad. Émile falleció el 6 de diciembre y, en circunstancias normales, su nombre nunca hubiera sido famoso. Un niño más, como tantos otros, que muere en África de alguna enfermedad. Sin embargo, entre diciembre y enero murieron también su madre, su hermana y su abuela, a cuyo entierro asistieron numerosas personas de Dawa, el pueblo vecino. Y así, día tras día, funeral tras funeral, el virus se fue extendiendo. De Meliandou a Dawa y de allí a Guéckédou y Macenta. Lenta, pero implacablemente.
La primera expansión de la enfermedad fue silenciosa. Tanto que hasta marzo no cundió la preocupación por unas “misteriosas fiebres hemorrágicas muy virulentas”. El día 10 de ese mes, el Ministerio de Salud guineano envió un equipo a la zona y tomó las primeras muestras, que fueron enviadas al Instituto Pasteur de Lyón. El resultado llegó el día 22. Estaban ante un brote de una variante local de la cepa Zaire del virus Ébola, una de las más peligrosas que en brotes anteriores —todos en África central, en la zona este de la República Democrática de Congo y Uganda, sobre todo— había demostrado una mortalidad de más del 90%.
Médicos sin Fronteras y la OMS enviaron equipos a Guinea, pero la enfermedad llevaba ya dos meses y medio de ventaja y había logrado llegar a la capital, Conakry, sembrando el pánico entre la población. Por primera vez, el ébola entraba en una gran ciudad de un millón de habitantes, aunque lo peor estaba por venir.
El foco de la enfermedad se encontraba en el vértice entre la propia Guinea, Liberia y Sierra Leona, un lugar en el que las fronteras son porosas y se cruzan con extrema facilidad. Y como el virus viaja con las personas, no tardó en extenderse. Con la llegada del verano, la epidemia avanzó como una locomotora desbocada en los tres países.
Incapaces de hacerle frente, las autoridades nacionales vieron desmoronarse sus sistemas públicos de salud, que empezaron a pagar un elevado precio con la muerte de decenas de médicos y enfermeros (282 han fallecido, según el último recuento de la Organización Mundial de la Salud, OMS).
Ante una enfermedad desconocida y muy peligrosa, con una tasa de mortalidad del 60% en este brote, los ciudadanos huían de los hospitales, cundió la desconfianza, e incluso se negó la existencia de la propia enfermedad. La OMS no declaró la emergencia de salud pública internacional hasta el 8 de agosto. Con ello llegó el primer llamamiento mundial para el envío de ayuda. La situación en Monrovia degeneró a un ritmo acelerado, con barrios en cuarentena y muertos arrojados a las calles.
El virus siguió viajando y llegó a Nigeria en julio y a Senegal en agosto. Sin embargo, la combinación de una rápida respuesta y sistemas de salud mucho más sólidos permitió que ambos países hicieran frente a la epidemia de manera eficaz y que ya hayan sido declarados libres de ébola. Con la extensión de la enfermedad, los primeros cooperantes y misioneros occidentales empezaron a enfermar. Dos médicos estadounidenses, los religiosos españoles Miguel Pajares y Manuel García Viejo, un enfermero británico… Las primeras repatriaciones, que tuvieron lugar en verano, activaron el mecanismo del miedo y el ébola lograba colarse, por primera vez, en el centro de las preocupaciones de Occidente.
En la actualidad, la epidemia está aún lejos de estar controlada y sigue activa en cuatro países después de que el 24 de octubre una niña se convirtiera en la primera víctima en Malí. Aunque el despliegue de la ayuda internacional y el cambio en las costumbres locales han permitido un descenso en el ritmo de contagios en Liberia y Guinea, la situación de Sierra Leona, donde se ha intensificado el brote en los últimos dos meses, y la aparición del foco en Malí aconsejan no bajar la guardia.
La desvergüenza de EU y USA con Egipto. Una vez más los casposos.
La absolución de Mubarak entierra la revolución en Egipto
El dictador es exonerado de la muerte de más de 850 manifestantes en las protestas de 2011 que le desalojaron del poder
Casi cuatro años después de que la emblemática plaza de Tahrir hipnotizara al mundo desafiando y derrotando en un pulso a Hosni Mubarak, el autócrata que gobernó Egipto con puño de hierro durante tres décadas ha sido exonerado de toda responsabilidad por la muerte de centenares de manifestantes durante las protestas de 2011. Con su sentencia exculpatoria, un tribunal de El Cairo ha certificado hoy la defunción de la revolución y el triunfo de la contrarrevolución orquestada por el rais Abdelfatá al Sisi, el general que ejecutó un golpe de Estado en verano de 2013 contra el islamista Mohamed Morsi, el primer presidente egipcio elegido democráticamente.
A los familiares de las víctimas no les ha quedado ni tan siquiera el consuelo de una condena ejemplar al último ministro del Interior de Mubarak, Habib al Adly, y a seis altos cargos policiales. Todos ellos han sido absueltos, como lo fueron todos los agentes que se habían sentado antes en el banquillo de los acusados por el asesinato de más de 850 manifestantes en la revolución. Aquella matanza, como la de Raba al Adawiya, el campamento islamista desalojado brutalmente en el verano de 2013, permanecerá impune. La condena a cadena perpetua dictada contra Mubarak en 2012 por estos mismos cargos, y posteriormente anulada por un tribunal de casación, pasará a la historia como un espejismo de justicia transicional.
Tras la sesión, Mubarak, de 86 años de edad, fue trasladado de nuevo en helicóptero a una clínica militar del barrio cairota de Maadi. Allí cumple una condena de tres años de cárcel por malversación de fondos públicos dictada el pasado mes de mayo a causa de su estado de salud presuntamente delicado. En aquel proceso, fueron igualmente condenados sus vástagos, Alá y Gamal. En cambio, los tres Mubarak también han sido exculpados este sábado de los cargos de enriquecimiento ilícito por el contrato de exportación de gas a Israel a un precio inferior al del mercado internacional.
Vindicado por la sentencia, el veterano expresidente se acercó a una ventana del hospital militar para saludar a docenas de seguidores que se habían congregado allí para felicitarle. En su desfile victorioso no faltó una entrevista telefónica a una televisión egipcia. “No he cometido ningún crimen… En los últimos diez años en el país hubo mejores resultados que en los 20 anteriores, incluida [la difusión de] los teléfonos móviles. Pero la gente se volvió en mi contra”, dijo Mubarak.
A pesar del interés mediático que ha suscitado el proceso, bautizado como el “juicio del siglo” en su comienzo, la mayoría de la población acogió el veredicto con indiferencia. Y es que el furor revolucionario ha ido decayendo progresivamente durante los últimos tres años a medida que el país se sumergía en el caos político y en una violencia callejera incesante. Hoy, apenas unos centenares de jóvenes se atrevieron a protestar contra el veredicto en las inmediaciones de Tahrir, y fueron dispersados con gases lacrimógenos y cañones de agua por la policía.
En los argumentos de su extenso fallo, el juez Mahmud al Rashidi esgrime que no existe ninguna evidencia de que Mubarak ordenara disparar contra los manifestantes en 2011. Quizás porque, como publicaron varios medios locales en su momento, el Ministerio del Interior destruyó algunas de las pruebas. Sin embargo, el magistrado sí otorga credibilidad al argumento de la defensa de que fueron francotiradores de los Hermanos Musulmanes quienes abrieron fuego contra la multitud. Gracias a la complicidad de unos dóciles medios de comunicación, en un país con tanta historia como Egipto nunca pareció tan fácil reescribirla.
Ya nada queda de aquel eslogan de “pan, libertad y justicia social” que resonó con tanta fuerza en Tahrir y llegó a todos los rincones del mundo árabe. En una cruel ironía del destino, mientras el exdictador es exonerado de las muertes de 2011, algunos de los símbolos de aquella revuelta, como Alá Abdelfatá o Ahmed Maher, languidecen en la cárcel por haber participado en una manifestación sin permiso oficial. También se encuentran entre rejas el expresidente Mohamed Morsi y la práctica totalidad de la cúpula de la Hermandad, vencedora en todas las elecciones libres del Egipto posrevolucionario.
El fiscal general anunció hoy que piensa recurrir la sentencia, al igual que lo harán probablemente los abogados de las familias de las víctimas. El folletín del juicio a Mubarak aún podría producir algún nuevo capítulo. No obstante, nadie espera que la justicia retire la guinda de una contrarrevolución que ya se ha cobrado la vida de más de 2.500 personas, la mayoría, simpatizantes islamistas. Definitivamente, Egipto ha vuelto a la casilla de salida.
Suiza reta a la EU. ¿Se acepta?
Suiza reta a la UE con un referéndum para impedir la entrada de inmigrantes
Los promotores piden también ayudar a frenar la natalidad en países pobres
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Suiza se juega en las urnas una de las claves de su prosperidad. La llegada sin apenas restricciones de ciudadanos comunitarios desde 2002 ha impulsado la economía y los salarios casi sin alterar la tasa de paro, que ronda un envidiable 3% desde hace años. Pero la aceleración en la entrada de extranjeros y el miedo a perder lo conquistado multiplican el recelo de la población. Tras la afrenta a la UE que supuso el reciente respaldo a una iniciativa para limitar la inmigración, los suizos deciden este domingo sobre un proyecto mucho más radical: reducir a un magro 0,2% del censo las llegadas netas cada año.
La propuesta, impulsada por el grupo ecologista Ecopop, va acompañada de otra idea mucho más controvertida: la obligación de que Suiza dedique un 10% de su ayuda al desarrollo al control de la natalidad en países pobres. El lema de la iniciativa invoca un mismo objetivo para justificar las dos metas: “Alto a la sobrepoblación. Sí a la conservación sostenible de los recursos naturales”. El año pasado hubo 88.000 entradas netas de extranjeros en el país alpino, un 3,2% más que en 2013. Con el proyecto de Ecopop, se reducirían a menos de 17.000.
Sus promotores abogan sin tapujos por rebajar la población, aunque eso deje a las empresas sin mano de obra suficiente para su actividad. “El objetivo no es multiplicar los puestos de trabajo. No tenemos necesidad de crecimiento de la población”, alega Anita Messere, de Ecopop. Cuando se le pregunta por la lógica de que los trabajadores se desplacen allí donde hay empleo, espeta: “Eso también perjudica su prosperidad. Nosotros les estamos robando médicos a los españoles. Suiza no tiene por qué arreglar los problemas de otros sitios”.
Partidos políticos, empresarios, sindicatos y organizaciones sociales se oponen frontalmente a la iniciativa. Los últimos sondeos apuntan a un rechazo del 56% de los consultados, aunque un nada despreciable 39% la apoyaría. “Nos tomamos muy en serio este asunto. Una parte de la población está preocupada por el aumento de la inmigración, que ha sido muy rápido en los últimos años, no se puede negar”, admite una portavoz del Ministerio de Justicia suizo.
Suiza tiene una gran tradición de acoger a ciudadanos de otros países, que representan un 23,5% de la población. Pero el perfil del inmigrante difiere mucho del de los Estados comunitarios. La inmensa mayoría son europeos, especialmente de los países más desarrollados —con alemanes a la cabeza—, aunque ahora crecen más rápidamente las llegadas de europeos del este. Se trata, además, de un colectivo que en un 58% de los casos tiene formación universitaria. “Limitarlos tendría consecuencias directas en la economía. Por poner un ejemplo, 20.000 personas se jubilan al año en la industria de maquinaria y con la población autóctona solo cubrimos 3.000”, ilustra Carmelo Laganà, de la patronal Économiesuisse.
Más allá de esos números, el impacto en la relación preferencial que la UE mantiene con Suiza sería drástico. “Hay que hablar claro a la población y decirles que reflexionen; si cae la libre circulación con los países comunitarios, cae todo lo demás”. La portavoz de Justicia alude a los 120 acuerdos que vinculan a la confederación y al bloque comunitario y que comportan, entre otras cosas, un libre comercio muy beneficioso para ambos. Una cláusula de esos pactos estipula que, si se anula uno, decaen todos.
Los referendos suizos, una seña de identidad de la que se enorgullece el país, los están poniendo en aprietos. El Gobierno trata de concretar la iniciativa respaldada en febrero para volver a establecer cupos de extranjeros sin tirar por la borda la relación bilateral. La propia UE tiene una situación delicada en este debate, con Reino Unido a la cabeza de quienes cuestionan la libre circulación.
De la hernia discal a la hernia mercantil
Propiedades reológicas del Mercado (título mío)
Precio (soles/galón) | Cantidad (galones/semana) |
7 6 5 4 | 5 8 12 18 |
Producción de Gas. L (Año 1994=100) | Precio del gas licuado (por galón) | ||
2004 2005 | Setiembre Octubre Noviembre Diciembre Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Agosto setiembre | 462.43 490.36 431.36 317.18 390.82 310.83 377.09 384.39 590.56 662.33 722.70 697.02 | 121 123 125 127 124 122 123 124 124 124 111 109 |