El cierre de la sala de Miquel Navarro abre una crisis en el IVAM
La decisión del nuevo director, José Miguel Cortés, provoca la intervención del Gobierno valenciano que quiere pactar
Esta decisión, discutible e inusual por su carácter permanente y por tratarse de un artista vivo, fue adoptada por la anterior directora del IVAM, Consuelo Ciscar, y está hoy en el origen de una intensa controversia que hunde sus raíces en el uso del museo, la independencia de su gestión, el trato con los artistas y la injerencia política. La polémica se ha generado justo cuando el museo, con una de las más importantes colecciones de arte moderno y contemporáneo de España, intenta pasar página de un etapa muy convulsa mediante la elección hace tres meses de un nuevo director por concurso público.
Precisamente, fue el nuevo responsable del IVAM, José Miguel G. Cortés, quien desencadenó los acontecimientos cuando presentó la pasada semana su programación con la que pretende dar un giro más internacionalista y riguroso al museo. En ella suprime las exposiciones heredadas que no estaban firmadas y también la sala permanente dedicada a Miquel Navarro. El artista, que fue avisado unas horas antes por el director de sus intenciones, estalló y dijo sentirse “humillado”. Cortés respondió que le respetaba pero que “hay muchos más artistas valencianos que merecen atención y dedicación”.
Navarro anunció su intención de estudiar la interposición de una demanda por incumplimiento del contrato suscrito en diciembre de 2004 que contempla la adquisición por parte del museo de dos instalaciones del artista por 555.000 y 647.000 euros y la donación al IVAM de más de 500 piezas del creador. Navarro no ha consumado su amenaza a la espera de los resultados de la intermediación de la consejera de Cultura, María José Català, del PP, que ha convocado hoy una reunión del consejo rector para buscar una salida pactada. Esta pasa por ceder otra sala al artista o incluso por partir la actual, según fuentes del departamento. “Es una cuestión de acercar las posiciones y ambas partes están predispuestas al consenso y al diálogo”, manifestó ayer Català.
Un objeto de discusión es la interpretación de una cláusula del contrato, que vincula la donación a que estas “obras estén expuestas en la sede principal del IVAM de forma permanente una vez se realicen las obras de ampliación del IVAM (...)”.
Cortés entiende que al no haber ampliación (el proyecto de los japoneses Sanaa está aparcado sine die) no se debe mantener la sala permanente. Premio Nacional de las Artes Plásticas 1986, Navarro, que no oculta su amistad con Ciscar, sostiene que la ampliación es inviable hoy y por eso se abrió su sala en 2013 con la aprobación del consejo rector para cumplir el contrato.
En realidad, la crisis y el escaso presupuesto del museo influyeron en la determinación de anticipar la apertura de la sala permanente, que de ese modo ya no había que programar. Llevar allí, como se pensó, la valiosa colección del escultor de las vanguardias Julio González, un tesoro del IVAM, acarreaba un elevado coste por su necesaria escenificación.
Las asociaciones valencianas de artistas visuales y de críticos defendieron ayer la independencia de Cortés para tomar decisiones, lamentaron la injerencia política y culparon de la situación a Ciscar. También fue muy crítica con la rotura de la autonomía del museo Ester Alba, profesora de Historia del Arte y único miembro del consejo rector del IVAM que no desempeña ningún cargo político, junto al arquitecto José María Lozano, persona de confianza de Ciscar. Otros artistas como José Sanleón se han puesto al lado de Navarro y de creadores como Uiso Alemany, al que también se le ha suprimido una muestra y presentará demanda.
El primer director del IVAM, Tomàs Llorens, considera que Cortés ha mostrado “poco respeto por uno de los dos o tres artistas valencianos vivos más importantes”, aunque reconoce lo discutible de dedicarle una sala permanente.
Cortés insiste en que no se trata de una cuestión de formas como se le ha reprochado: “Si alguien se ha sentido molesto, no tengo problemas en pedir disculpas. Pero la cuestión que se debate es la autonomía del museo”. El director dijo que no entra en su “idea de museo la posibilidad de mantener la sala permanente tal y como está” y añadió que espera las propuestas de la consejera.
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