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28 nov 2014

Discapacidad en la administración sanitaria.




La condición de haber estado trabajando con enfermos, o accidentados con el "virus del Ébola", ha debido estar ANOTADO en la HISTORIA CLÍNICA de la trabajadora sanitaria AUXILIAR DE CLÍNICA.

¿En qué momento se asistió a la trabajadora sanitaria?
¿Se asistió a la trabajadora sanitaria antes de darle como destinó la asistencia a enfermos del virus del Ébola?
¿Se le asistió y se diagnosticó de sin patología invalidante que la discapacitara para prestar tal asistencia?
¿Se le cualificó para la asistencia a enfermos con virus del Ébola?

¿Sabía la sanitaria que era un riesgo de accidentar a otras personas?
Si lo sabía, ¿sabía que tenía que comunicarlo a todas las personas con las que se topara?
Si lo sabía, ¿sabía que tenía que comunicarlo a los médicos que la asistieran?

¿Es el médico que asiste el que debe preguntar a la paciente que actividad laboral desarrollaba y, si esta era sanitaria, si estaba asistiendo a enfermos con virus del Ébola?

¿Sabía el médico que la trabajadora era sanitaria y que esta estaba, o había estado asistiendo enfermos con virus del Ébola y el tiempo transcurrido desde tal asistencia? ¿Sabía la médica el tiempo estimado de no ser riesgo de transmisión, o accidentar a otras personas?

En fin, salvo que las trabajadoras sanitarias, hallan tenido la intención de infectar, es evidente que ninguna de las dos han cometido, cuanto menos, negligencia.

No soy sabedor de si TODOS los trabajadores sanitarios, al menos de Madrid, fueron informados de como debían de proceder al estar siendo asistidos enfermos con el virus del Ébola.

Si puedo afirmar que a mi, como trabajador sanitario, no he sido informado de la presencia de enfermos con el virus del Ébola. Y, por supuesto, no he recibido formación para seguir prestando asistencia sanitaria en estas condiciones.

Aunque yo sea un trabajador sanitario que presta asistencia en Asturias, debiera haber sido informado e instruido y, no lo he sido entonces ni ahora. Es decir, la administración de la asistencia sanitaria ha sido y esta siendo negligente, cuanto menos.

Cuando un médico recibe a un paciente le pregunta por su actividad laboral y la anota en la historia clínica del mismo. No le pregunta por las condiciones específicas de su actividad. Este último hecho corresponde hacerlo y lo hace el médico laboral.

Un trabajador tiene una "historia clínica laboral", físicamente almacenada en su empresa o en la mutua laboral.
Un trabajador tiene una "historia clínica personal", físicamente almacenada en su centro de salud, en diferentes ambulatorios y en diferentes hospitales.

Todas estas historias clínicas no están comunicadas entre sí, por lo que no se puede hacer una asistencia continuada. 

Si la trabajadora sanitaria tenía una historia laboral en la que figurara su condición de riesgo social y laboral, en el Hospital en el cual trabajaba, esta no estaba comunicada con la de su centro de salud y, mucho menos con un hospital de Asturias donde podía estar de visita a una amiga.

El gasto desquiciante  que se viene haciendo en supuestas "historias clínicas informatiza das" y en "tarjetas con contenido sanitario relevante", ha de ser tenido en cuenta como "administración sanitaria negligente", cuanto menos.

El mayor problema es que seguiremos igual y, nuevamente volveremos alarmarnos cuando el choque en "vía muerta" de la "administración sanitaria" tenga consecuencias catastróficas para la población española, cuanto menos.

Ahora toca por asistir al astracán entre una médica y una paciente inmersas en un mar que desconocen, a pesar de formar parte de sus aguas.

Pido a mis compañeras sanitarias que reflexionen sobre su enfrentamiento que sólo sirve para desviar la atención del responsable de tenerles en riesgo de muerte y ser transmisoras de riesgo de muerto a sus pacientes, familias y vecinos. Es el Estado el único responsable al estar siendo conducido cuesta abajo y sin frenos por discapacitados políticos.


EL ÉBOLA EN ESPAÑA »
La médica de familia que atendió a Teresa Romero anuncia una querella
Asegura que la auxiliar nunca informó de haber tratado a enfermos de ébola
Sanidad irá a los tribunales por la denuncia de Teresa Romero

El País, E. G. Sevillano, Madrid 27-11-2014

Archivado en: Ébola Teresa Romero Contagio Epidemia Transmisión enfermedades Enfermedades infecciosas Enfermedades Sanidad Medicina Salud

La médica de atención primaria que atendió a Teresa Romero, la auxiliar de enfermería que venció al ébola el mes pasado, ha anunciado hoy que se va a querellar contra ella por afirmar que sí le dijo que había estado en contacto con enfermos de ébola cuando acudió a su consulta el 2 de octubre, cuatro días antes de ser ingresada. A través de un comunicado enviado por su abogada, Ana Plaza, la facultativa asegura que presentará "una demanda de conciliación previa a la querella por injurias y calumnias" y "cuantas actuaciones resulten necesarias".

En el escrito la médica, que no quiere revelar su identidad, afirma que Romero no la informó "en modo alguno" durante la visita al centro de salud Pedro Laín Entralgo de Alcorcón "de haber tenido contacto con personas diagnosticadas de ébola". "Así consta", añade, en el historial clínico de la paciente donde quedó registrada la consulta.

En una entrevista telefónica concedida al programa Las Mañanas, de Cuatro, el día 8 de octubre, es decir, cuando llevaba dos días ingresada en el hospital Carlos III, Romero aseguró que no avisó a su médica de familia de haber estado en contacto con el ébola. El presentador, Jesús Cintora, le preguntó: "Te encontrabas con algo de fiebre ¿Vas a un centro de salud de Alcorcón y deciden que no seas ingresada?". A lo que ella respondió: "Es cierto pero yo tampoco le dije a mi doctora que yo había tenido contacto con el ébola; mi doctora no tendrá la culpa porque no le dije que había estado en contacto con el ébola".

El texto de la representante legal de la médica añade que "no es cierto" que la paciente le comunicara haber tenido un pico de fiebre de hasta 38,7 grados centígrados, como sostiene el comunicado emitido el pasado 25 de noviembre por el despacho de abogados que se encarga de la defensa de Romero.

Al desconocer la exposición previa al ébola, la médica realizó una exploración física "sin ninguna medida de protección y sin utilizar guantes ni mascarilla", añade el comunicado. El texto desvela también que el día 6 por la tarde la facultativa "recibió una llamada del servicio de epidemiología" para informar de que adquiría "la condición de contacto de alto riesgo" tras haber explorado a la auxiliar de enfermería sin medidas de protección.

Fue entonces cuando ella misma, según relata el comunicado, solicitó su ingreso hospitalario "voluntario" para "cortar una eventual cadena de contagio, en régimen de aislamiento estricto", en el Hospital Carlos III.

La abogada de la médica entiende que los hechos son constitutivos de un delito de injurias y calumnias con publicidad.

Madrid da por cerrado el primer caso de contagio fuera de África

La Consejería de Sanidad madrileña ha dado hoy por cerrado el primer caso de contagio de ébola fuera de África tras el periodo de vigilancia activa de 232 contactos tanto del ámbito sanitario como no sanitario, 15 de ellos de alto riesgo. "Durante este periodo ninguno de ellos ha presentado síntoma alguno relacionado con la enfermedad", ha destacado en un comunicado.

Teresa Romero abandonó el aislamiento el día 1 de noviembre, fecha a partir de la cual los trabajadores sanitarios y de limpieza han estado 21 días en vigilancia activa. Los controles finalizaron el día 22 de noviembre para el equipo asistencial, el día 25 para el personal que entró a realizar la limpieza de la habitación y hoy, día 27, para el personal de la empresa de bio-descontaminación.

El protocolo del Ministerio de Sanidad establece que las medidas de control para la vigilancia activa de los contactos consisten en tomar la temperatura corporal dos veces al día y alertar en caso de superar los 37,7º C. Este criterio tuvo que cambiarse después de que las autoridades sanitarias no detectaran el caso de Romero, que hizo vida normal varios días aun teniendo síntomas de padecer ébola. Hasta su caso, el límite de fiebre era de 38,6.

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