A Fernando, mi amigo, y a Fernanda, su madre.

A Fernando, mi amigo, y a Palmira su madre. En el recuerdo siempre presente.

Este domingo, 03-06-13, se celebra el "día de la tuberculosis".

Cuando llegué a Asturias para ejercer la Medicina, la tuberculosis era un problema muy grave de salud pública. En Neurocirugía operábamos las gravísimas consecuencias de la Meningitis tuberculosa.

El esfuerzo sanitario público hizo desaparecer estas patologías.

En estos últimos años regresamos al pasado. La Salud Pública se ha ninguneado. La desnutrición, el alcoholismo, la toxicomanía (el 20% de tuberculosis está relacionada con el tabaco), la desintegración social en regreso a población, está diezmando nuestros ciudadanos y debilitamiento las posibilidades de supervivencia de la Sociedad de España.

Estamos con 5000 pacientes que anualmente manifiestan y difunden la tuberculosis. Una infección bacteriana que cada vez se hace más resistente a los fármacos otrora eficaces para tratarla.

¿Hasta cuándo quedaremos pasivos ante una política general y sanitaria en particular que tiene un fin degradante de nuestra Sociedad?. Una pregunta que hago nominalmente a cada una de las personas. No la hago a individuos humanos irracionales y no generados, no digo degenerados.

¿Sabéis como actúa la bacteria tuberculosa?. Produce una substancia que simula ser insulina. La célula  de nuestro organismo es engañada y, al confundirla con insulina no consume la glucosa necesaria para realizar su trabajo. La célula muere de hambre.
Curioso. Como nos estamos muriendo los españoles engañados por nuestra ignorancia, por las mentiras del gobierno. Si, gobierno con minúscula.

Recordemos que gobierno lo es del Estado y de las Comunidades.

Cuando llegué al Hospital General traté de tuberculosis pulmonar a mi amigo desde la infancia, Fernando. Me negué a darle de alta porque sabía que vivía en la calle y de los desperdicios que le daban en los bares del Fontán.

Fernando, nuestra amistad, la de tus amigos, sigue en el recuerdo eterno hacia ti y hacia tu madre.

Hoy hubiéramos actuado de otra manera. Sentimos no haber podido mantenerte con vida. Un beso y un abrazo fuerte, mientras nos miramos a los ojos humedecidos.