El Hermoso Misterio de Dios, el Hombre y la Palabra. El Hermoso Misterio de la Santísima Trinidad: Dios Padre, Dios Hijo, hecho Hombre, y Dios Espíritu Santo, hecho Palabra.
A las Hermanas Trinitarias en su nuevo Encargo, allá por Algeciras. Con el deseo de que os llegue el séptimo día para Contemplar la Obra Iniciáis. Que la Palabra y la Mano os la guíe Dios, que no os tiemble la mano y vuestra palabrotas sea escuchada.
Os recuerdo el día quinto de la Obra de Dios.
Atardeció y amaneció el día quinto. Hoy, Viernes, día décimo séptimo del mes quinto del año dos mil trece postremo a la llegada a este Mundo de Dios para llevar al Hombre, su creación, a la Vida Eterna.
Y Dios dijo:
«Produzca la tierra animales vivientes de cada especie: bestias, sierpes y alimañas terrestres de cada especie.»
Y así fue. Dios hizo las alimañas terrestres de cada especie, y las bestias de cada especie, y toda sierpe del suelo de cada especie: y vio Dios que estaba bien.
Y Dios dijo:
«Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y manden en los peces del mar y en las aves de los cielos, y en las bestias y en todas las alimañas terrestres, y en todas las sierpes que serpean por la tierra.
Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó.
Dios los bendijo.
Y Dios les dijo:
«Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla; mandad en los peces del mar y en las aves de los cielos y en todo animal que serpea sobre la tierra.»
Y Dios les dijo:
«Ved que os he dado toda hierba de semilla que existe sobre la haz de toda la tierra, así como todo árbol que lleva fruto de semilla; para vosotros será de alimento. Y a todo animal terrestre, y a toda ave de los cielos y a toda sierpe de sobre la tierra, animada de vida, toda la hierba verde les doy de alimento.» Y así fue.
Dios vio cuanto había hecho, y que todo estaba muy bien.
Y así es como llegó la tarde y amaneció el día sexto.
El Pentateuco.
Génesis.
Orígenes del mundo y de la humanidad
La creación y la caída.
Gracias por compartir parte de nuestra vida Trinitaria. Gracias por tu entrega incondicional en favor de los demás. Gracias por lo que me enseñas cada dia. Gracias por dejar a Dios ser Dios en ti.
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