Tsipras pedirá una quita “realista” de parte de la deuda exterior griega
Syriza hace un guiño a Podemos e IU en el arranque de su campaña
Alexis Tsipras, líder de Syriza –que lidera con el 29% todas las encuestas de intención de voto para las elecciones anticipadas del 25 de enero-, ha lanzado este sábado la campaña electoral de su partido en un estadio de Neo Fáliro (cerca de Atenas), cuyos accesos permanecían colapsados desde horas antes dada la afluencia de seguidores. Ante un auditorio entregado, Tsipras ha pormenorizado los puntos de su programa electoral, centrado en la recuperación económica y, sobre todo, en el fin de la austeridad, y afirmado que pedirá “con realismo” a los socios europeos y los acreedores una quita de la mayor parte de la deuda, “que resulta imposible de pagar”, mediante mecanismos colectivos europeos, mientras que el resto “será pagada con crecimiento”. Al respecto, recordó su conocida propuesta de una conferencia europea sobre la deuda, similar a la que en 1953 alivió parte de la misma a Alemania tras la guerra. En sus primeras palabras no faltaron referencias al viento de cambio que, a partir de Grecia, recorre el sur de Europa, con una mención, en primer lugar “a Podemos e Izquierda Unida”.
Con aplomo, firmeza y un punto de emoción ante un estadio abarrotado, Tsipras desgranó los principales puntos de su programa, que no es otro que el denominado Programa de Salónica, presentado el pasado septiembre en la feria de muestras de la ciudad en lo que viene a ser una apertura oficiosa del curso político en el país. “Tras cuatro años de austeridad, el país está devastado, y no sólo económicamente”, dijo Tsipras, que predispuso a los suyos contra el discurso del miedo que propalan “no sólo nuestros adversarios políticos con su propaganda del miedo, esa que amenaza con el Grexit[salida de Grecia del euro] y la quiebra (…) No nos tienen que impresionar los datos demoscópicos, ni las amenazas de Europa, ni las provocaciones… Hemos llegado hasta aquí con decisión, firmeza y responsabilidad, y nadie podrá detener [en las urnas] a un pueblo digno y decidido (….) Es tiempo de pasar página”, dijo el líder de Syriza, que cargó contra su principal adversario político, el primer ministro conservador Andonis Samarás.
Tras citar varios artículos aparecidos en los últimos días en importantes medios europeos en los que se subraya “el realismo” del programa, Tsipras, consciente de las reticencias y la inquietud de Bruselas y Berlín, instó al Banco Central Europeo (BCE) a “no dejar fuera a Grecia” del plan de estímulo que la entidad aprobará el 22 de enero –tres días antes de las elecciones griegas- para alentar la recuperación económica en Europa. La inyección de miles de millones de euros del BCE se hará mediante la compra de bonos de los gobiernos.
En su discurso, de casi una hora de duración, hubo claras referencias a las víctimas “de esta tragedia nacional de los cuatro últimos años”, desde la aprobación del primer rescate en 2010, a las que el programa del partido coloca en primer lugar: sin techo, parados, ciudadanos sin seguridad social, hogares sin calefacción… y, si nada cambia, “miles de hogares que pasarán a manos de los bancos en 2015” al concluir la moratoria antidesahucios. Para ello, y siempre al hilo del citado Programa de Salónica (“un programa que no crea déficit, sino crecimiento”), propuso un Gobierno de salvación nacional, que tendrá sólo 10 ministerios para hacerlo menos costoso.
Cuatro son los pilares fundamentales del programa de Syriza. Tras las medidas de urgencia para socorrer a las víctimas de la crisis, el segundo punto es la recuperación económica, “con especial atención a las pymes” y con “un programa de inversiones a nivel europeo”, y el tercero, la creación de empleo en tres fases. El cuarto y último punto es el relativo al programa de reformas del Estado y la administración, “para terminar con un Estado clientelista” y con la corrupción, entre otras lacras. Para ello, Tsipras ofreció transparencia en la gestión de su gobierno, “incluso en la política económica”.
Arranque de campaña para ND
Otros tres partidos se lanzaron también al ruedo electoral este sábado. El primero en orden de importancia fue Nueva Democracia, la formación del primer ministro Samarás, a la que los sondeos dan en torno al 25% de apoyos. Desde Tesalia, Samarás respondió a Tsipras asegurando que en la “agenda oculta” de Syriza está la salida del euro; aseguró que mantendrá los acuerdos de ajustes suscritos con los acreedores y prometió una bajada de impuestos a los pequeños productores agrícolas.
En Atenas, se presentó por la mañana el programa del pequeño partido de centroizquierda Izquierda Democrática (Dimar), socio en el gobierno de coalición hasta junio de 2013 y ahora perdido en la cola de las encuestas, tanto que no parece que pueda superar la barrera del 3% de votos exigidos para tener representación parlamentaria. Los rostros de funeral de su líder, Fotis Kuvelis, y los asistentes al mitin, en un cine de la ciudad, eran muy representativas del estado de ánimo reinante.
Por último, en el museo Benaki de la capital, Yorgos Papandreu consagraba la escisión del centroizquierda y el derrumbe defintivo del socialista Pasok (5% de intención de voto) con la presentación de su nuevo partido, Movimiento de los Socialistas Democráticos, al que una encuesta da ya el 3% de los votos, en el límite justo de entrar o quedarse fuera del Parlamento
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