Homenaje al “Rembrandt de la fotografía”, Martín Chambi
Una exposición en Valencia reúne fotografías del gran maestro indígena
También se exhiben imágenes de Castro Prieto que visitó los escenarios andinos del artista
El Páis, Ferran Bono Valencia 30 Mayo 2014
Del llamado fotógrafo indígena, ha dicho el escritor Mario Vargas Llosa, también peruano: "Es arriesgado insistir demasiado en el valor testimonial de sus fotos. Ellas lo tienen, también, pero ellas lo expresan a él tanto como al medio en que vivió y atestiguan (...) que cuando se ponía detrás de una cámara se volvía un gigante, una verdadera fuerza inventora, recreadora de la vida".
"Siempre digo que para mí, Chambi es el Rembrandt de la fotografía. Parece que sus retratos emitan luz", explica Juan Manuel Castro Prieto, que viajó en 2009 por Perú para recorrer algunos de los escenarios que inmortalizó el fotógrafo peruano en un proyecto promovido por DKV Seguros, organizadora de la muestra, ahora en colaboración con la Diputación de Valencia. Con una cámara de placas, sacó sus propias imágenes del mundo de Chambi de familias indígenas, bodas o retratos, que le deslumbró cuando descubrió su obra en 1982. "Incluso he utilizado un fondo de su estudio", añade el también fotógrafo, amigo de la familia del artista que conoció cuando fue a Perú a ampliar imágenes para una exposición en 1990 en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. De este viaje salió el libro Perú, viaje al sol.
"Martín Chambi es uno de los peruanos más universales del siglo XX. El prestigio de este fotógrafo indígena ha sido capaz de conciliar en torno a su figura a una sociedad profundamente marcada por enormes diferencias sociales y étnicas", destaca en el catálogo Alejandro Castellote, comisario de la exposición, junto a Alicia Ventura. La interesante muestra, que ha recalado previamente en Cádiz o Fuenlabrada, podrá verse en Valencia hasta el 6 de julio.
La mirada humanista de Collado
El Muvim inauguró este viernes también la exposición La Valencia olvidada, del fotógrafo valenciano de 83 años Joaquín Collado. La muestra acerca "personajes de la vida cotidiana, de lo que pasaba en cada rincón de las calles de Valencia y específicamente en Ciutat Vella", a través de instantáneas captadas por este empleado jubilado de banca, que compró su primera cámara para fotografiar a su hijo mayor y realizó arriesgados retratos en el barrio chino "con la cámara pegada a la pierna, paradito" y tras haber realizado las mediciones de luz pertinentes en zonas próximas.
Collado recuerda el "divertimento" que motivó su pasión por la fotografía y la época en la que inmortalizó a los niños de la Plaza de San Esteban, la "Valencia prohibida" de las prostitutas de la calle Viana y los regateos en el rastro, en su anterior ubicación. "Lo he pasado muy bien haciendo fotos", admite.
El comisario de la muestra, Luis Carrasco, destaca que Collado "hace fotos cotidianas, de la gente normal, con gestos normales y en situaciones normales", en las que se sitúa "muy cerca física y emocionalmente". "Hay corazón, hay diálogo, mirada amable y contacto con el fotografiado", subraya.
Así, presenta su obra como un reportaje "tremendamente humanista" convertido en documento antropológico y que transcurre entre el barrio chino, la Plaza de San Esteban, el rastro y el barrio de Nazaret, cuya comunidad gitana también aparece retratada.
Con esta exposición, el Muvim se une a la iniciativa 'Un mes con Collado' y pone en valor la obra del que ha sido secretario durante 25 años de la Agrupación Fotográfica Valenciana (Agfoval), además de presidente y vicepresidente, y que ha llegado a atesorar 30.000 negativos meticulosamente documentados y más de 60 exposiciones
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