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1 nov 2014

Hambre, gula y usura.




La preocupación por la comida, apreciable por la cantidad de tiempo dedicada por las televisiones, a los alimento y su manipulación. La obstentacióna del "rico" por comer. El hambre de una parte importante de la población española.

Se arrastra esta situación de "gula" desde el principio del hombre. La "gula" origen de guerras. La "gula", o "usura", del prestamista, ...

Un buen libro a leer en voz alta y en familia.

La civilización del Occidente  medieval.
Jacques Le Goff, 1988-2012


El resultado de este mal equipamiento técnico unido a una estructura social que paraliza el crecimiento económico es que el Occidente medieval es un mundo que vive "al límite, constantemente amenazado por el peligro de no poder atender a su subsistencia, un mundo en equilibrio inestable.
El Occidente medieval es ante todo el universo del hambre. El miedo del hambre y, con demasiada frecuencia el hambre misma, le atenazan. En el folclore campesino, los mitos de la comilona gozan de una seducción particular: los sueños del país de Jauja, que inspirará también a Breughel. Después de haber pasado a ser, desde el siglo XIII, un importante tema literario, lo mismo en la fábula francesa 'cocaigne' que en el poema inglés 'The Land of Cockaygne'. Los milagros de fondo alimentario en la Biblia, desde el maná en el desierto hasta la multiplicación de los panes, acosan a la imaginación que los halla en la leyenda de casi todo santo, como se puede leer casi en cada página de la 'Leyenda aúrea' (de Jacobo de Vorágine).

Cuando, en el Minnesang, lax inspiración cortesana cedió su lugar, en la segunda mitad del siglo XIII, a una vena realista, campesina, los temas culinarios se multiplican y aparece un género de <<poemas de comilonas>>, el 'Fresslieder'.

Esta obsesión por el hambre se halla, por contraste, entre los ricos. El lujo alimentario, la obstentacióna ciño de la comida expresa -a ese nivel fundamental- un comportamiento de clase, Por lo demás, los predicadores no se equivocaban al señalar la glotonería, o como se decía preferentemente en la Edad Media, la gula, como uno de los pecados típicos de la clase señorial.

El 'Roman de Renart' es a este respecto un documento extraordinario.

Como epopeya del hambre llevada al teatro, nos presenta a Renart <<el zorro>>, a su familia! a sus compañeros, espoleados sin cesar por la llamada de sus vientres vacíos. El resorte de casi todas las <<ramas>> del ciclo es el hambre omnipresente y omnipotente - único móvil de la astucia de Renart-. Robo de los jamones, de los arenques, de las anguilas, del queso del Cuervo, cacería de las gallinas, de los pájaros." [...]

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