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3 nov 2014

La lealtad en la hipoteca, o préstamo. La fidelidad en la hipoteca, opréstamo.




Que el préstamo ha de tener una rentabilidad mínima necesaria por debajo de la cual no sería viable la empresa prestataria; no sólo su mantenimiento, sino el ser competitiva con lealtad. Es por lealtad que el rendimiento mínimo ha de ser fijado por el colectivo de entidades prestatarias, siendo árbitro de tal lealtad el Estado a través de un "ente supervisor, o controlador".

De igual modo y manera se ha de proceder con la rentabilidad máxima necesaria por encima de la cual no sería viable la empresa emisora del préstamo, ni tampoco la empresa receptora del préstamo.

En el Mercado, en el intercambio de bienes y servicios, existen dos puntos críticos, intersección de los dos subciclos que le constituyen, el Subciclo demanda y el Subciclo oferta. El Subciclo demanda es el aparente, siendo el latente el Subciclo oferta. El centro director de las ondas que constituyen el Subciclo oferta es el Estado, siendo el Mercado, el centro director de las ondas que constituyen el Subciclo demanda.

Este es el caso de un sistema de intercambio de bienes y servicios de carácter social, o progresista. Su inverso -no opuesto- el sistema capitalista, o conservador.

El no tener cláusula suelo ha hecho posible que el Prestamista emisor, o demandado esquilmase al receptor, o demandante, llevando al Mercado Capital/Trabajo al equilibrio estable, o muerte. Estado en el que nos encontramos, mal llamado de "crisis", ya que lo es de "lisis". Estado del cual se está tratando de salir -de reanimarle- por parte del receptor, o trabajador, al ser el Estado un impostor del Capital, cuando debiera ser "fiel" y no "leal" a la intersección del emisor con el receptor, de la demanda con la oferta, del Capital con el Trabajo.

No hay que confundir fidelidad con lealtad. La lealtad es propiedad de relación con uno de los dos subciclos, la vida o la muerte. La fidelidad es propiedad de relación con los dos subciclos, la vida y la muerte. Uno puede entregar su vida por lealtad, nunca por fidelidad. 

La fidelidad tiene carácter público. La lealtad tiene carácter privado.



El FMI incorpora una ‘cláusula suelo’ a sus préstamos

La caída de los tipos de interés fuerza al Fondo a garantizar una rentabilidad mínima para evitar el bloqueo de su financiación

El País, Amanda Mars Madrid 2 Noviembre 2014


  • La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, en una conferencia en Washington. / YURI GRIPAS (REUTERS)
    La cláusula suelo ha llegado a los créditos del Fondo Monetario Internacional (FMI). El organismo, que tiene que tomar prestados recursos a sus países miembros para poder a su vez conceder créditos a otras naciones, ha modificado su forma de calcular los tipos de interés que se aplican a ambos flujos debido a que los fuertes estímulos de los grandes bancos centrales han dejado el precio del dinero en prácticamente cero y eso podía dificultar la financiación.
    El Fondo ha cambiado el cálculo del tipo de interés de los llamados Derechos Especiales de Giro (GED) —una suerte de divisa propia de la institución— y ha fijado un umbral mínimo en el 0,050%. Este interés es el que el Fondo paga a los países que le prestan y, para cobrar a los da el crédito, añade un diferencial.
    Como el valor de estos DEG está basado en una cesta de cuatro monedas [dólar estadounidense, el euro, la libra esterlina y el yen japonés], su tipo de interés depende en una media ponderada de los tipos de las divisas y, con la actual expansión monetaria y esos tipos oficiales en suelos históricos, los acreedores podrían recibir intereses cero o negativos. Así, el Fondo ha optado por introducir un tope que garantice una rentabilidad mínima. También ha mejorado la precisión con la que calcula los tipos y ha ampliado el redondeo de dos a tres decimales.
    Sin cambios a corto plazo Los tipos de interés del DEG se revisa semanalmente y esta suerte de cláusula suelo está activa desde el 27 de octubre, de modo que la tasa oficial a 30 de octubre ya está en ese 0,05%. Sin la cláusula, la tasa hubiese sido del 0,0310%. El dato de septiembre deja ese interés en el 0,04%, por debajo del nuevo tope, si bien en agosto estaba en el 0,070%.
    El escenario antes de la Gran Recesión es radicalmente distinto: en octubre de 2007, el interés de esos DEG era del 3,87%. A finales de aquel mes los tipos de interés de EE UU estaban en el 4,5%, los de la UE en el 4% y los de Japón en el 0,5%.
    Ahora todos están cercanos a cero y no parece que la tendencia vaya a cambiar radicalmente a corto plazo ya que la Reserva Federal de EE UU (Fed) ha puesto fin a la compra masiva de activos como estímulo, pero aún no ha elevado los tipos. Japón ha anunciado esta semana que acelera sus inyecciones monetarias, lo que tampoco permite presumir un cambio del precio de dinero.

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