Los lughones somos nobles rústicos, nobles campesinos, caballeros rústicos.
En nombre del noble Pueblo de Lughonia, os deseo felicidad en el festejo de nuestra Madre Tierra Puhria que, rasgada por el dolor que le produce el alejamiento de nuestro Padre Sol se prepara para acogernos como semillas a las que abrazará en su seno con las aguas de la Primavera y nos renacerá con el retorno de nuestro Padre Lugh en el Verano. Es mi deseo ver nacernos verdes, como quiero, verdes.
Es mi deseo que el día de nuestra Madre, en el amanecer del 25 de este mes, tomaré el huevo frito con aceite del olivo junto al chorizo,mayudado por un vaso de agua. Y, cubierto con la mitra, dejaré que nos bendiga.
Los que sabéis de la "madre del emigrante" en Gijon, podréis ver a la "Lloquina" que con el pañuelo en su mano agita el beso a su amado Lugh que se ausenta, siempre sabiendo que volverá para abrazarla y abrazar al hijo que le deja en su vientre, como semilla deja el campesino en la tierra que ama y que, en su llanto, las lágrimas harán posible su gestación deseada.
No matar la gallina, comer sus huevos. No matar la hija de la vid, tomar el agua.
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