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5 may 2015

La lengua matemática prohibida en Asturias. La incomunicación si, ladifusión, sí.



Ayer, cuando iniciaba la anotación sobre la naturaleza científica de todo Informe, o Mensaje, me detuve indignado por leer en La Nueva España que El Ejecutivo de la Comunidad Autónoma de Asturias reducía en una hora la enseñanza de la lengua racional Matemáticas. La confusión entre la naturaleza de los partidos políticos absolutistas Popular y Obrero Socialista, no es tal sino no deseada.

Se hace necesario profundizar en la Educación Racional como respuesta a la indignacion, o sentimiento que uno tiene al apreciar el indigno comportamiento de los partidos políticos.

Primera medida: no participación en la representación mediada por los partidos. No a participar en elegir a representante alguno de la soberanía personal.

No a tragarse la subvención de tales procedimientos, tomando como primera medida el no adquirir ni leer los medios de difusión de sus mentiras e injurias entre partidos políticos que juegan un partido en el que nosotros, los ciudadanos, somos expectadores pasivos.

Se necesita procurarse la máxima eficiencia del receptor del mensaje. Se necesita saber más sobre el receptor como en la anotación hecha sobre el mismo por parte de Guillermina Yankelevich.

La sorpresa por un receptor dampado y una frecuencia de oscilación de la membrana, se sigue de la indignación puesta de manifiesta al erizarse el pelo en el receptor ingénuo hasta el suceso post-electoral.


Mientras  Lourdes Álvarez contempla desde Urbiés, como princesita, el drama electoral que se acerca, como en su día lo hizo Lughio desde La Talanquera de Lughonia al observar la llegada por La Corona de los hombres de pecho brillante.



Con el deseo de leer un informe, o mensaje político con estructura y finalidad científica. Recuérdese que el Informe Médico tiene como fin la crítica, o decir el gradiente diferencial, o eficacia de la actuación médica existente entre la actuación consentida por el ciudadano y la obtenida por este tras la asistencia recibida. 

Todos decimos sobre el incumplimiento del "programa político". Cuando votamos un "programa político" es igual que cuando votamos, o firmamos, el "consentimiento informado" en la asistencia médica. O, como lo hacemos, "de facto" - que les place el uso de este término- cuando consentimos la defensa del letrado ante los llamados "tribunos", o "tribunales".

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