Un buen médico es un buen periodista.Ha de ir donde está la noticia, preguntar e indagar, o explorar en qué circunstancias se produjo la noticia. Documentarse sobre las noticias relacionadas y discutir la relación entre la noticia y las noticias con ella relacionadas.
En varias ocasiones he presentado reproducciones de médicos/periodistas (sin identidad ni tampoco identificación para no ser noticias biográficas). El propósito es el poner de manifiesto la incongruencia y la inexactitud que sirven de base para tomar decisiones diagnósticas y terapéuticas que, como las últimas tomadas pacientemente han sido catastróficas para la sociedad, familia y ciudadana, a la vez que para el médico, el Centro Médico y la Medicina.
Hoy leo este artículo que si se cambia Periodismo, periódico y periodista por Medicina, historia clínica y médico, tendría la misma utilidad.
Vindicación del periodismo
ABC, Javier Cercas,19-07-15
Cuentan que en una ocasión el Rey Alfonso XIII concedió un premio a don Miguel de Unamuno y que, durante la ceremonia de entrega, una vez hubo recibido el galardón, el escritir le espetó al Monarca: "Gracias, Majestad, me lo merezco". Quizá más divertido que perplejo, el Rey contestó: "Caramba, Don Miguel, es la primera vez que uno de lis premiados me dice algo así, todos me han dicho más bien lo contrario: "Gracias, Majestad, es un honor que no merezco...". Entonces Unamuno le interrumpió: "Y tenían razón".
La verdad es que a mi me encantaría exhibir hoy la nagnífica soberbia de Unamuno, pero la larga lista de galardonadis con el Romero Marube me lo impide; así que ne veo oblifado a decir la pura verdad: que para mi es un gran honor recibir este premio. Lo es de entrada, porque se trata de un premio de periodismo, y yo ni siquiera soy periodista, sino un simple escritor. Hay personas, entre ellas no picos periodistas, que piensan que un periodista es un escritor de segunda categiría; no es verdad: la verdad, si me apuran, es lo opuesto. Quiero eecir que un buen escritor no diempre es un buen periodista, pero un petiodista siempre es un buen escritor.
[...]
No quisiera acabar sin añadir una última cosa, que me importa mucho decir aquí, en la casa de ABC, a ustedes, que son periodistas de verdad y no, coko yo, meros escritores. Deade hace ya años escuchamos hablar de crisis del periodismo y los periódicos, del final de ambos; el pesimismo es considerable, sobre todo, me temo, entre algunos periodistas. Debo decir que no comparto ese pesimismo. Es más: me niego a compartirlo. Yo no sé como van a ser los periódicos del futuro, ni si serán de papel o digitales o que soporte o formato tendrán; lo que sí sé es que necesitamos los perióficos, necesitamos los periodistas. Necesitamos gente que vaya a los sitios y se informe y observe y hable con la gente y la escuche y reflexione y nos cuente lo que pasacy lo haga con claridad y con rigor, con la máxima honradez posible. Fíjense que no he hablado de objetividad. "Yo, como soy sujeto, soy subjetivo", escribió José Bergamin. "Si fuera objeto, sería objetivo". No; la objetividad es solo una aspiración, pero la claridad, el rigor y la honradez, son un imperativo. Porque -esto es xasi otro cliché, pero otra gran verdad- no hay sociedad libre sin prensa libre, y no existe una democracia de calidad sin un periodismo de calidad: es el periodismo libre y de calidad el qye crea ciudadanos libres. Como no soy periodista me siento autorizado a decírselo: necesitamos buenos periódicos; necesitamos buenos periodistas. Les necesitamos. Sigan en la brecha, por favor: no nos abandonen.
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