Mi padre y el pan de escanda

Augusto José Manuel Diaz-Ordóñez Bailly D'Ornais Escandón y Bernaldo de Quirós, 

Murió el 25 de julio de 2013 como consecuencia mediata de las agresiones sufridas en su domicilio derivadas en hematoma subdural agudo y, como consecuencia inmediata por insuficiencia respiratoria aguda derivada de bronco-aspiración sufrida en el hospital de La Cadellada de Oviedo. Hechos recogidos en el informe médico que cierra el curso clínico de tal episodio, no seguido de la autopsia exigible como legalmente se establece. Su incineración inmediata es substituida por los documentos clínicos y complementarios que definen las causas dichas y hacen posible la "autopsia" que determina las causas mediata e inmediata ya referidas.

Recuerdo de mi padre el día de la última siega y arelado del trigo de escanda hecha en finca "La Terrona" de su caserío del barrio de Silvota de la parroquia de Lugo del municipio de Llanera. Por estas fechas últimas del mes de agosto, allá por los primeros años sesenta, probablemente de 1963. Segadores de Palencia y vecinos todos en andecha dimos por finalizada la tarea que mi padre refirió como muy antigua y que tenía sus orígenes en sus antepasados que venidos de Escandia en barco hicieron aposento en las tierras de Oriente al Centro de Asturias, desde Santillana a Lucus Asturum, cuando Oviedo amanecía y, cuando los moros -así les nombraba- asediaban al recién nacido Reino de Asturias. Nos refería que había sido la primera vez que los barcos del Norte cruzaron la costa con ánimo de amistad y no con el de robo y muerte a los asturianos. Y, que incluso, ayudaron militarmente a los Asturias a defenderse del acoso continuo de los moros.

El trigo no era como el de los territorios al sur de las fuentes del Naranco, hoy Palencia y Burgos, nos refería. Es el grano bien diferente como el del trigo que tenéis en Castilla la Vieja. Es mas grueso y no fino al tacto como el vuestro. Pero, es nuestro trigo que ya se desvanece de nuestras tierras sin habernos preocupado de agradecer al pueblo escandón que nos lo trajo y que tanta hambre nos quitó a los que aquí habitamos desde entonces. 

Desde niño los vecinos no entendían que yo tuviera la piel, el pelo y los ojos que tenía y que mi querida madre Laura y padre Augusto, tenían. ¿De dónde procedería la yo que un día, primero de año, mi madre Laura me bautizó en Santa María de Lugo de Llanera, sin haber manifestado signo alguno de embarazo y no habérsele conocido hombre alguno desde que hubiera enviudado de "Campana"?. 

Siempre me habéis supuesto que era hijo de Augusto, sin saber que llevaba en mis genes el apellido Escandón. Siempre he manifestado mi orgullo de ser campesino. Ahora sabéis de mi milenaria condición de campesino agricultor y la manía de sembrar el pan de escanda en mis tierras.