Buscar en este blog

12 ago 2014

"Sus dichos eran pura mentira"

[...]
Lo aprendido me basta para tomar medidas contra nuevos intentos suyos de explotarme a mi y a mis compañeros. En consecuencia, redacté un ultimátum que le leí de prisa en la casa de los turcos (( nota: casa donde residía Bakunin)) y que me pareció que usted aceptaba. Desde este encuentro, no nos volvimos a ver.
Al fin, recibí anteayer una carta de Lopatin que me reveló dos hechos tristes: primero, usted mintió... (No voy a emplear superlativo) al contarme su charla con él. Todo lo que usted me transmitió como sus dichos era pura mentira. No le dijo que le devolví las cartas de Liubavin, y tampoco...
La verdad es que me equivoqué frente a mis compañeros y quedó mal parado ahora. Están lloviendo las calumnias sobre mi por el Fondo, la historia con Liubavin, con Tata, en fin, por todo cuanto pasó últimamente en Rusia.
Pero todo eso no me va a parar. Estoy dispuesto, si hace falta, a confesar mi necedad y arrepentirme públicamente. De seguro, será para mi una vergüenza grande, pero de la que se recompone uno. No seré más su aliado forzado.
Le declaro, por tanto, decididamente que todas mis relaciones hasta ahora malsanas con usted y todos mis lazos con su acción se rompieron. Pero rompiéndolos, le propongo establecer entre nosotros nuevos vínculos sobre otras bases.
Lo batín, que no lo conoce tan bien como yo, se extrañará de tal propuesta por mi parte después de todo lo que pasó entre nosotros. No será para usted una sorpresa, ni tampoco para mis compañeros más próximos.
[...]
El libro maldito de la anarquía
Bakunin y Nechayev

No hay comentarios:

Publicar un comentario