Buscar en este blog

16 sept 2012

Concupiscencia.

Hoy fui a desayunar a la cafetería que regenta Antonio en La Arena, en Gijón. Hacía unos meses que no iba por no tener aparcamiento y, cada vez peor. Me senté en la mesa de la esquina dando la espalda al resto, para no distraer la lectura de los periódicos.

Tras servirme el café le dije a Antonio que este año Fernando Alonso no va mal y que va mal el Sporting. Quería provocarle, como otras veces él lo hace conmigo. Nada, todavía queda mucho, me replicó. ¡Y es de Quintes!.

Bueno, me desapaciguó, lo que hizo que fijara la atención en la conversación de los dos que estaban detrás. Pronto me resultó familiar la voz de uno de ellos, pero lo que hablaban con voz discreta, pero sí inteligible, fué lo que me hizo tornarme hacia ellos para interceder: "la concupiscencia es el peor de los pecados...

Pronto me revolví, cuando me sorprendí: ¡Augusto Pérez!. Ya decía yo que tenías que ser tú.

Efectivamente, Augusto Pérez hablando de concupiscencia con Vicente "el cura".

Hace unas semas mis sobrinos María y Augusto me dijeron que habían hablaron Ud.

Augusto Pérez, tú eres evolucionista, no creacionista. ¿no habréis llegado a un acuerdo en el pecado original?. No, me dice Augusto, estábamos hablando de la reforma del Código Penal de Gallardón. 

Si, concupiscencia en estado puro.

Bueno, me alegro de veras. Me voy.

Llego a casa y consulto en el Nuevo Testamento, a Pablo: ..."amortigüad, pués, ... vuestra malicia, mala concupiscencia, y avaricia, que es idolatría.

No hay comentarios:

Publicar un comentario