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19 sept 2012

Sufrimiento Fetal. Hidrocefalia.

El vergonzoso Indice de Mortalidad Infantil de Asturias lleva tras de sí un importante número de nacidos con lesiones en Cerebro, Riñones, Hígado, Músculos y, en todos los órganos, que puedan ser los causantes de tanta patología degenerativa que se vá manifestando a lo largo de la vida del Individuo.

La primera Morbilidad del Sufrmiento del Recién Nacido es la ASFIXIA, o ANOXIA ASFÍCTICA. Compromiso en el drenaje venoso y, con ello, licuoral. A nivel del Encéalo, este compromiso recibe el nombre de EDEMA INTERSTICIAL, ASFÍCTICO, O HIDROCEFÁLICO.

Primero se conoció como Hidrocefalia, por la dilatación de las cavidades de Líquido Cefalorraquídeo.

Su tratamiento tiene una técnica que es el colocar un tubo con una válvula para extraer el Líquido Cefalorraquídeo de la cavidad del Encéfalo a otra fuera de él.

El diagnóstico de edema HIDROCEFÁLICO  no es clínico ni de imagen, por lo que existe un alto índice de diagnósticos falsos, tanto positivos como negativos.

El saber qué válvula colocar, no es fácily, habitualmente es intuitivo.

El saber si la válvula implantada funciona de acuerdo con lo deseado, no es fácil y, habitualmente es intuitivo.

Desde los últimos años 70 he desarrollado una metodología objetiva para diagnosticar, indicar la válvula y tipo, así como el control de su funcionamiento,

Hoy anotaré un estudio de control efectuado en los años 80.


Diagnóstico de Hidrocefalia, Indicación de Válvula y Control de su Función mediante DS.

Autor: Dr. Augusto Pérez García


Resumen.

Se presenta el resultado de la aplicación de un  m‚todo  objetivo para el diagnóstico de indicación y tamaño de válvula de  líquido cefalorraquídeo,  basado  en  el análisis de la imagen de la  TAC
craneal,  y  realizado,  de   forma  automática,  mediante  el  DS.

Se presentan y discuten los resultados obtenidos con  su  aplicación en 30 pacientes, encontrándose una esperanza en  la  resolución del grave problema de indicar válvula y su tamaño, así  como de poder conocer su función una vez instalada, evitando con  ello las graves complicaciones de este tratamiento y el desaliento que conllevan.

Introducción.

El diagnóstico objetivo de hidrocefalia es un  problema  que  envuelve al neurocirujano y al neurorradiólogo  desde  hace  muchos años, y que lejos de resolverse con la llegada de  la  tomografía axial computerizada, se agravó debido al aumento de falsos  diagnósticos, tanto positivos como negativos, basados en el hecho  de encontrarse con un aumento de la talla de los ventrículos. Falsos diagnósticos en base a considerar diagnóstica la  respuesta  clínica a la instalación de la válvula, hecho que  no  es  del  todo cierto ya que la respuesta clínica no es objetiva, ni dependiente en su totalidad de la terapéutica aplicada. Estos hechos se agravan si se tienen en cuenta las influencias que tiene una  válvula inadecuada en su tamaño y/o en su instalación. Y, si  la  clínica no es objetiva en su información, tampoco  lo  es  la  tomografía axial computerizada en su control, ya que mejorías  evidentes  de la clínica pueden no ir acompañadas de cambios morfológicos, y lo contrario también.

El esfuerzo de nuestro grupo se encamina a  la  obtención  de  un método objetivo de diagnóstico de la hidrocefalia, de la  indicación o no de válvula, del tamaño que esta  debe  tener  y  de  la  intensidad con la que  funciona  instalada.  Así  mismo,  que  el método sea objetivo y se base en un medio diagnóstico que permita la repetición del estudio con facilidad, no necesite la colaboración del paciente, no sea invasivo y  haga  posible  estudiar  el contenido craneal de modo regional.

Con este trabajo presentamos el m‚todo que solicitamos basado  en el análisis de la información cuantitativa que ofrece  la  imagen de la tomografía axial computerizada de  cráneo,  como  en  otras ocasiones lo hemos hecho.


Material y Método.

Se utilizó el DS en el estudio de la tomografía axial computerizada de cráneo de 30 pacientes, antes y después de colocarles una válvula de líquido cefalorraquídeo, indicada por criterios morfológicos y clínicos. No han sido tenidos en cuenta factores como la etiología de la hidrocefalia, tiempo de evolución, tiempo transcurrido desde la colocación de la válvula de líquido cefalorraquídeo, edad,  tipo de válvula y cavidad de recepción.

Los estudios de tomografía axial computerizada fueron hechos por criterios de control. No presentaban signos clínicos  de  disfunción en la válvula de líquido cefalorraquídeo.

Todas las hidrocefalias correspondían a síndromes clínicos de demencia subcortical.

Su morfología correspondía al aumento de talla ventricular asimétrica con predominio posterior, hipodensidad subependimaria a nivel del atrio, y ausencia de cisternas de la convexidad.

Ninguno de los estudios de tomografía axial computerizada posteriores a la instalación de la válvula de líquido cefalorraquídeo, han mostrado reducción apreciable de la talla ventricular, ésta se mantenía asimétrica, había desaparecido la  hipodensidad  subependimaria a nivel del atrio y se mantenía la ausencia de cisternas. No se apreció colección subdural alguna.

El análisis de los estudios de tomografía axial computerizada se hizo sobre cuatro imágenes que correspondían a cuatro cortes paralelos a la línea órbito-meatal, separados entre sí 1 cm, de tal  modo que el número cuatro coincidiese con  el  techo  de  los ventrículos laterales.

El método de análisis seguido es aquel dado por la Teoría y Método de Conocimiento de Sistemas por su Comportamiento e implementado en el DS. Así mismo, todas las válvulas de líquido cefalorraquídeo siguieron un mismo criterio de indicación  en  su tamaño, siendo aquel dado por el DS.


Resultados.

De los 30 pacientes, 3 (10%) no reunían criterios de hidrocefalia, por lo que se excluyeron del estudio.

La respuesta clínica de los 27 pacientes estudiados fue de mejoría. Todos tienen un seguimiento superior a los dos años, encontrándose regresión clínica, sin cambio en la condición dinámica, en 5 de ellos, siendo el grupo con indicación  relativa  de válvula líquido cefalorraquídeo.

Los tres pacientes sin indicación no tuvieron cambios en su condición clínica, a pesar de haberla tenido en la dinámica. 


Resultados de din mica.

El 26% (7) solo tenían indicación relativa de válvula de líquido cefalorraquídeo, frente al 74% (20) que la tenían absoluta. Tras colocar la válvula de líquido  cefalorraquídeo, el 11% (3) no tenían indicación alguna, el 37% (10) indicación  relativa  y  el 52% (14) indicación absoluta (Cuadro 1). La diferencia  entre  la indicación preválvula y postválvula es significativa (p<0 .05=".05" div="div">

El grado, o extensión de indicación absoluta de válvula de líquido cefalorraquídeo, antes y despues de la válvula era del 59%, y 41%, respectivamente, siendo significativa esta diferencia (p<0 .05=".05" 2="2" div="div" uadro="uadro">

Cuando se reparte la carga del grado de extensión de la indicación pasa a ser idéntica. Sin embargo, el grado se desplaza de los grados mayores a los menores; la distribución de grados pasa a ser de negativa a positiva (Cuadro 3).

En este grupo de indicación absoluta, la extensión, o grado de indicación relativa, antes y después de la válvula era del 50% y 50% (Cuadro 4).

Cuando se reparte la carga del grado, la extensión de la indicación pasa de ser un 56% a un 44%, siendo significativa esta diferencia (p<0 .05=".05" 5="5" div="div" uadro="uadro">

En los pacientes con indicación relativa de válvula, el grado, antes y después de la válvula era del 50% (Cuadro n6).

Cuando se reparte la carga del grado, la indicación  pasa  de  un 58% a un 42%, siendo significativa la diferencia (p<0 .05=".05" div="div" n7="n7" uadro="uadro">


Conclusión.- El método que presentamos nos permite indicar con objetividad la necesidad y el tamaño de la válvula, así como  conocer el grado de función que realiza una vez instalada, minimi- zando el nivel de riesgo que conllevan los métodos subjetivos  en los que se basa la indicación de válvula y su tamaño en la actualidad.

Las posibilidades de diagnóstico diferencial entre indicación de válvula con carácter absoluto y relativo, así como conocer la fisiopatología de la actuación de la válvula en el sistema cerebroespinal, el método presentado abre un horizonte nuevo en el campo de la Hidrocefalia y en general de la dinámica cráneo-espinal.

Las posibilidades de estudio topográfico y reiterado de modo  incruento del sistema cerebroespinal, redimensiona el ámbito neurológico. 

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