Buscar en este blog

25 mar 2014

Verdad y voluntad en el proyecto de Reforma Tributaria.

Este fin de semana he terminado la lectura del informe sobre la reforma tributaria.

No tiene rigor científico que permita ser publicado en una revista científica.

Evidencia que quienes han hecho el escrito carecen de saber y conocer científico. Desconozco su educación, se de su carencia de conocimiento a través del contenido del escrito.

Comencé la lectura con el ánimo de hacer un estudio crítico. He abandonado tal pretensión que ha sido del todo ingenua por mi parte; he partido con el bien intencionado fin de llegar a buen destino. No quiero decir que el fin al que he llegado no sea bueno quiero decir que también yo partí de unas condiciones no científicas, como son el deseo de obtener unos resultados. Ellos han partido de unos resultados y han hecho un trabajo que les hiciera creíbles. Han mentido o todo es consecuencia de una trama urdida para mentir. Para engañar, no ha sido posible, ni era, desde el principio, posible; burdo trabajo que se disfraza o ya nace sin rigor científico.

Desvelar la trama de mentiras de este escrito, sólo necesita voluntad. Y, sobre esta, me apetece transcribir el texto que sigue.



Sobre la voluntad en la naturaleza
Schopenhauer, A.
"El rasgo fundamental de mi doctrina, lo que la coloca en contraposición con todas las que han existido, es la total separación que establece entre la voluntad y la inteligencia, entidades que han considerado los filósofos, todos mis predecesores, como inseparables y hasta como condicionada la voluntad por el conocimiento, que es para ellos el fondo de nuestro ser espiritual, y cual una mera función, por lo tanto, la voluntad del conocimiento. Esta separación, esta disociación del yo o del alma, tanto tiempo indivisible, en dos elementos heterogéneos, es para la filosofía lo que el análisis del agua ha sido para la química, si bien este análisis fue reconocido al cabo. En mi doctrina, lo eterno e indestructible en el hombre, lo que forma en él el principio de vida, no es el alma, sino que es, sirviéndonos de una expresión química, el radical del alma, la voluntad. La llamada alma, es ya compuesta; es la combinación de la voluntad con el nouz, el intelecto. Este intelecto es lo secundario, el posterius del organismo, por éste condicionado, como función que es del cerebro. La voluntad, por el contrario, es lo primario, el prius del organismo, aquello por lo que éste se condiciona. Puesto que la voluntad es aquella esencia en sí, que se manifiesta primeramente en la representación (mera función cerebral ésta), cual un cuerpo orgánico, resulta que tan sólo en la representación se le da a cada uno el cuerpo como algo extenso, articulado, orgánico, no fuera ni inmediatamente en la propia conciencia. Así como las acciones del cuerpo no son más que los actos de la voluntad que se pintan en la representación, así su substracto, la figura de este cuerpo, es su imagen en conjunto; y de aquí que sea la voluntad el agens en todas las funciones orgánicas del cuerpo, así como en sus acciones extrínsecas. La verdadera fisiología, cuando se eleva, muéstranos lo espiritual del hombre (el conocimiento), como producto de lo físico de él, lo que ha demostrado cual ningún otro, Cabanis; pero la verdadera metafísica nos enseña que  (...)"

No hay comentarios:

Publicar un comentario