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6 sept 2014

Camas por habitante


Este indicador de eficacia en la asistencia médica en régimen de hospitalización es muy genérico, o in específico. 

Hoy, la contabilidad analítica que te puede proporcionar una "historia clínica" en soporte informatizado, te permite conocer por cama/habitante edad y cama/patología.

Una historia clínica informatizada, o eficiente, también nombrada por mi en los últimos años ochenta con el acrónimo DS2000 (Documentación Sostenible para el año 2000)

SITUACIÓN DE LA SANIDAD

España, a la cola de Europa en camas de hospital por habitante

El gasto sanitario, un 9,4% del PIB, está ligeramente por debajo de la media

La esperanza de vida al nacer, con 82,5 años, es la más alta de la UE

El País. Elena G. Sevillano Madrid 5 Septiembre2014


  • España está a la cola de los países europeos en número de camas hospitalarias. Con 3,1 por cada 1.000 habitantes, se sitúa como el cuarto con menor dotación en uno de los indicadores usados habitualmente para evaluar y comparar los sistemas de salud públicos. Es uno de los muchos datos que proporciona un informe reciente del Ministerio de Sanidad sobre los distintos sistemas sanitarios de los países de la UE. El trabajo, que se nutre de distintas bases de datos (Eurostat, OCDE, OMS, fuentes españolas...) ofrece una panorámica sobre modelos, copagos, estado de salud de la población y financiación de la sanidad. España mantiene el primer puesto en esperanza de vida; en gasto sanitario, está en noveno lugar, ligeramente por debajo de la media europea.


    INDICADORES SANITARIOS EN LA UE.  / EL PAÍS
    Camas hospitalarias. España tiene una de las dotaciones de camas por habitante más bajas de la UE. Con 3,1 por 1.000 habitantes, está por debajo de la media (5,2). El informe ministerial lo atribuye al “aumento de la actividad ambulatoria”, es decir, la que no requiere ingreso en el hospital. “No existe un estándar establecido” sobre ratio de camas por habitante, explica Juan Oliva, expresidente de la Asociación de Economistas de la Salud y profesor en la Universidad de Castilla-La Mancha. “Si un país está al final de la lista puede ser porque sea mucho más efectivo en las rotaciones de camas (menos días de estancia por intervención) o porque sus centros hospitalarios estén más concentrados (mayores economías de escala y de resultados clínicos pero problema de acceso en municipios alejados) o porque la cirugía ambulatoria esté más desarrollada. Esto necesitaría un análisis más fino”, añade. Cataluña, Galicia y otras comunidades han vivido en los últimos meses protestas por el cierre de camas hospitalarias y el aumento de las listas de espera y el colapso en urgencias asociado.
    "Los organismos internacionales hacen un gran esfuerzo en establecer comparaciones entre los países, pero el recurso cama no está medido de la misma manera en todos ellos", explican fuentes del Ministerio de Sanidad, que añaden en respuesta escrita: "Además el recurso cama no es un buen indicador aislado. España, al igual que otros países, apoya el desarrollo de la atención ambulatoria de muchos procedimientos quirúrgicos de menor complejidad; lo cual supone un indicador de calidad en el ámbito sanitario. Sistemas sanitarios que, como el nuestro, son sistemas nacionales de salud, como Reino Unido y Suecia, tienen una ratio de camas menor que la nuestra".
    Gasto sanitario. España gastó en salud en 2011 —último año disponible— un 9,3% de su producto interior bruto (PIB). De esta cantidad, el 6,8% fue financiado con recursos públicos y un 2,5% con privados. España es el noveno país europeo en porcentaje del PIB destinado a sanidad, ligeramente por debajo de la media. “El PIB había caído en los años precedentes, pero el gasto sanitario público estaba empezando a ajustarse. Cae el denominador y se mantiene el numerador, el cociente aumenta. Si tuviéramos los datos de 2013 el panorama ya sería otro. Estamos en la media pero hay que tener en cuenta que en otros países no cayó tanto el PIB ni la crisis económica ha sido tan grave. De ahí que ese año se ganaran posiciones relativas, pero es bastante ilusorio”, asegura Oliva.
    El informe también señala que para valorar el dato hay que considerar lo sucedido antes de 2009, “periodo pre-crisis”, y lo sucedido después. “En el periodo 2001- 2009 el porcentaje del gasto sanitario sobre el PIB creció 2,4 puntos y en el 2010-2011 cambió la tendencia decreciendo 0,3 puntos”, señala. El rango de lo que los países destinan a sanidad va desde el 12% de los Países Bajos al 5,9% de Rumanía. En España la financiación pública del gasto sanitario es del 73%, inferior a la de países como Dinamarca, Suecia, o Reino Unido, todos con proporciones superiores al 80%.
    Esperanza de vida. España lidera la clasificación europea en esperanza de vida al nacer con 82,5 años. (79,4 en hombres y 85,5 en mujeres). En una década (2001 a 2011) se ha incrementado en 2,7 años. La media de la UE está en 79,3 años, con diferencias significativas entre países. Lituania, con 73,6, es la que menor esperanza de vida tiene. La esperanza de vida a los 65 años oscila entre los 17,3 años en mujeres y 14,1 en hombres de Rumanía, y 23,3 y 18,9, respectivamente de Francia.
    Salud percibida. En general, los europeos tienen una percepción positiva sobre su propio estado de salud. España ocupa el séptimo lugar, con un 75,1% de encuestados que afirman encontrarse bien o muy bien —el 53,6% de la población califica su salud como “buena” y un 21,5% como “muy buena”—. En este indicador las diferencias también son muy acusadas entre países. Mientras en Irlanda el 82,6% de la población percibe positivamente su estado de salud, en Croacia es el 45%.
    Mortalidad por infarto. Uno de los indicadores para evaluar la calidad de la atención sanitaria es el de la mortalidad intrahospitalaria por infarto agudo de miocardio (en los primeros 30 días después de entrar al hospital por un infarto; en adultos a partir de 45 años). La variabilidad es muy alta: del 3% de Dinamarca o el 4,5% de Suecia, a valores superiores al 8% en España, Alemania, Hungría y Luxemburgo. España es el cuarto país con el peor porcentaje: 8,5%. “Es sorprendente porque en otros indicadores de calidad asistencial hospitalaria (ingresos evitables por insuficiencia cardiaca, diabetes, asma...) estamos mejor que la media. Una posible razón podría encontrarse en que los infartados españoles tengan una mayor edad media que en otros países”, apunta Oliva. Pero la tendencia es descendente: España pasó del 10,5%, en 2005, al 8,5%, en 2011.
    Copagos. En todos los países de la UE existe el copago en los fármacos con receta, según recoge el informe. En atención primaria (médico de familia y pediatra), España es uno de los seis países donde no existe copago (junto con Alemania, que lo eliminó en 2013, Dinamarca, Grecia, Italia y Reino Unido). En 11 países de la UE-15 la consulta ambulatoria a especialistas tiene copago. Las urgencias tienen copago en otros 11 Estados.

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