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29 oct 2014

Sobre el perdón.


El perdón está ligado íntimamente a las creencias. Es propio del creyente, del individuo humano poblacional, del que no se relaciona con los de su subespecie mediante la palabra, sino del que se relaciona con los de las subespecies no personas. Es propiedad de aquellos humanos que se relacionan entre mediante el intercambio de objetos; de quienes el mercado es su propiedad identificadora.

El Estado del Reino de España es racional, no irracional, o creyente.

La estructura de Estado que nos hemos dado los españoles, o constitucional, es racional, no es de creyentes.

Se propone como objetivo el uso de la palabra en la relación entre individuos humanos que, no habiendo nacidos de la subespecie persona, son educables en tal fin. 

No es un Estado idiota, sino político. Es decir, no es un Estado que de estructura en torno al Mercado, sino en torno a la Sociedad. Es decir, no es el emprendedor, o empresario el modelo a seguir. Es el intelectual, el educado, el modelo a seguir.

La educación hace libre al hombre, capaz de tomar decisiones y aportar soluciones al bien común.
Es el fin de la Sociedad el constituirse en un individuo humano capaz de adaptarse al Medio depredador, de independizarse del Medio alienante. De ser un "nuevo individuo humano" o, como se le dice. Un Superhombre.

Siguiendo con el término perdón, hemos de saber que es un término cuyo significado va ligado a las subespecies humanas no personas, que tiene un origen latino. Es el resultado de dos vocablos:
"per", que significa olvido, o dejar de lado.
y "don", que dignifica dádiva, regalo, concesión, o gracia.

Por eso que "perdón" quiere decir "renuncia a la dádiva, regalo, concesión, regalo, o confianza"

En relación con el mal uso del término por parte del presidente de la asociación "creada con fines políticos", "Partido Popular", he de anotar que  no es él el que tiene que pedir "perdón" a los individuos de su asociación, sino ellos a él por el don que le han dado, por la confianza que le han dado. 

Como presidente del Poder Ejecutivo del Estado del Reino de España, la Sociedad, por su naturaleza racional, no le puede pedir perdón, por cuanto que no le ha dado dádiva, o don alguno.

El Estado del Reino de España no castiga, sino que, racionalmente, juzga el grado de acatamiento de las normas que se han comprometido cumplir con lealtad y, de acuerdo con la bondad alcanzada de tal lealtad se le aplica una condena, no "eterna", sino "temporal", o pena.

El presidente del Poder Ejecutivo, es desleal con el Estado y, por lo tanto, ha de ser juzgado por el Poder Legislativo, a través de un "juicio sumarísimo" ante la Sociedad Representada por las dos Canaras: Diputados y Senadores. Juicio abierto, o público, en el cual el Jefe del Estado ha de pedirle que responda "si ha tenido algo que ver en la muerte de su hermano". Si la respuesta es negativa, se seguirá si ha jurado lealtad a Dios y, con ello, deslealtad a los Hombres"

El Jefe del Estado no será desterrado por solicitar confirmación pública de lealtad.

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