Provocación de Israel
Un cierre insólito en 47 años
Desde 1967 no se había cerrado nunca el lugar, el tercero más sagrado del islam
El País, Carmen Rengel. 30-10-2014
El cierre total de la Explanada de las Mezquitas que ha decretado Israel este jueves tras el intento de asesinato del rabino radical Yehuda Glick es un hecho insólito en 47 años. Nunca desde 1967 se había vaciado el que es el tercer lugar más venerado en el Islam. Se prevé que reabra mañana para el rezo del viernes, según el diario israelí Haaretz, que cita a la Policía de Jerusalén. Sin embargo, los hombres de menos de 50 tendrán restringida la entrada a la zona.
El control de la Explanada estuvo en manos de un waqf (una especie de gestor islámico) controlado por Jordania. Así se mantuvo hasta que, durante la Guerra de los Seis Días, las tropas israelíes ocuparon la zona. La bandera israelí llegó a ondear en la Cúpula de la Roca pero el ministro de Defensa, el histórico Moshe Dayan, entendió que había que mantener el delicado statu quo que regía desde la época otomana, por lo que ordenó retirar el símbolo. Por eso el Gobierno israelí no tomó el control, sino que lo transfirió al waqf que hoy lo comanda, con Jordania como contraparte con estatus preferencial en la Explanada, con la que hay que pactar cualquier mínimo cambio que se quiera llevar a cabo.
Dayan, tras varias reuniones insólitas con los líderes musulmanes en Al Aqsa, acordó que sus soldados desocuparían el recinto y se desplegarían en los alrededores. Ellos controlan hoy los accesos y tienen potestad para hacer supervisiones en el interior. En la actualidad entran para patrullar, hacer redadas y escoltar a los grupos de judíos que acuden cada vez con más frecuencia.
La llegada de los israelíes al espacio que domina la ciudad vieja de Jerusalén impidió que durante días accediese ni un solo fiel en aquel verano del 67. El cerrojazo fue total. Y eso mismo es lo que se ha ordenado ahora. Como indicó esta mañana la policía, sólo hubo un cierre semejante en 2000, cuando el 28 de septiembre el entonces jefe de la oposición, Ariel Sharon, acudió a la Explanada en un gesto que se entendió como una provocación y que prendió la mecha en la ciudad y en Cisjordania y Gaza, dando lugar a la segunda Intifada o "Intifada de Al Aqsa".
Entonces, recuerdan hoy los vecinos de la ciudad vieja, el cierre fue casi total pero no completo, porque se dejó entrar a rezar a algunos ancianos. Ahora no hay excepción: no acceden fieles musulmanes, sean de la edad o el sexo que sean, ni tampoco visitantes, cristianos, judíos o de cualquier otro credo. Los residentes en el barrio musulmán de la ciudadela confían en que esta prohibición se levante rápido, mañana viernes a ser posible, ya que se trata del principal día de rezo semanal en el Islam.
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