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3 jul 2015

La intimidad de un trabajador no tiene nada que ver con su actividad laboral.

I


No hay que confundir lealtad con fidelidad. 

Por mi naturaleza nunca he sido capaz a de ser fiel. Por mi naturaleza y educación siempre he sido leal. 

Siempre ha respetado aquello dicho que sellé con mi mano derecha. Cuando consideré que ya no estaba de acuerdo le retiré la mano tras exponer mis razones. Jamás nadie ha recibido de mi el acuerdo al que había llegado a rubricar con mi mano derecha.

No confío en la Juaticia ni en los jueces y, por ello, nunca he con-fiado a un tercer individuo que decida sobre mi lealtad. 

Mi formación racional y, dentro de esta, científica, tiene su base en la "Teoría de la medida". De esta doy fé en mi tesis doctoral.

Cuando hace un corto tiempo un juez me dijo: ¿jura o promete?. Le respondí: con mi DNI me identifiqué como ciudadano del Estado del Reino de España y, por ello, participo de la Constitución de 1978, por lo que no podría jurar, por lo que le recuerdo que "prometo". Por otro lado, con mi Carnet de Identidad de médico, soy racional y, por ello, no puedo jurar, por lo que prometo. En mi condición con grado de Doctor, mi razón es científica, por lo que prometo ser racional científico.

Me dijo: "llevo 33 años juzgando sobre hernias discales, por lo que sé muy bien lo que es una hernia fiscal". Lamento decirle que yo llevo 66 años viviendo y aún no sé qué función tiene un juez. Y, aunque usted haya comido tomates, sí que puedo afirmar que con toda probabilidad no sabe lo que es un tomate. No confunda mi opinión con su creencia, o parecer al que no considero por no ser racional, sino que repugno por ser usted un ciudadano español no constitucional como lo atestiguan sus afirmaciones no racionales.

El asunto que aquí se juzga, y al que acudo al ser solicitado por el Juzgado como perito, en nada tiene que ver con sus creencias que tienen el carácter de "no pertinentes" y, que probablemente, pudieran llegar a ser "impertinentes". Mi paciente, no le difama nadie y menos un intitulado juez. Las consideraciones íntimas, o personales, como ciudadano, no consiento que sean difamadas y menos el ser yo testigo de las mismas. Solicito que, tenga a bien o a mal, de lo que se hable aquí en mi presencia se ciña a las consideraciones de minusválida y discapacidad derivada, de las que yo soy el perito y no usted ni nadie de los que están presentes.

Este suspiro viene como consecuencia de una información del día de hoy, 03-07-15, en El País y que lleva por título

"Un juez avala rastrear el correo de directivos si se sospecha su deslealtad" y que está firmado por Jesús Garcia desde Barcelona.


..." El juez da la razón al despacho de Fermín Morales, que defiende a Bevilacqua - informático, experto en encriptación-, y concluye que el informático no vulneró el derecho a la intimidad de los directivos. Cree que el acceso a sus ordenadores corporativos fue "lícito"...



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