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5 jul 2015

Lo que dios ata ni dios lo desata...., bueno si no quiere, o no le da la gana.




Con la situación política de la Unión Europea derivada del endeudamiento del Estado de Grecia con el resto de los Estados, así como con Prestamistas extra-europeos, como el Fondo Monetario Internacional que tiene como trabajo, no como función, la de ser "limitador prestatario/endeudador" entre Estados. 

El limitador lo es equivalente al "fusible eléctrico", el "disco intervertebral", "el pericardio", el "menisco de la rodilla", etc... Este trabajo de limitador es el que permite la transferencia del "calor no útil" del "Capital" o, ahora se puede decir mejor "Mercado Capital/Trabajo".

En Medicina, la usura del prestamista es equivalente al de "espacio negativo" entre órganos. Como la Columna Vertebral -no su componente óseo, sino a la denominada "unidad vertebral (vértebra- músculo- disco-vértebra), es la estructura que tiene como trabajo la relación entre todos los órganos que constituyen el Individuo, podemos decir que la usura es la degeneración del comportamiento del Sistema del Capital, según Marx lo concibió. 


Cuando leo y escucho expresiones que, tomadas a la ligera están pletóricas de lógica, o razón, como: "los compromisos están para cumplirlos". O, "las reglas del juego no se pueden cambiar durante el mismo". 

Digo que tales expresiones me " suenan" a "lo que dios ata, ni dios lo desata".

En el caso de Grecia, como en el caso de Alemania, las reglas se han cambiado y los acuerdos no se han cumplido. Y, estos dos Estados son un ejemplo pero, en todos los Estados se ha dado el incumplimiento de acuerdos y cambio de reglas. Ahora bien, cuando los cambios no son favorables a los prestamistas, el piar de estos con la boca abierta, se siente mas intenso y sostenido que cuando no lo es.

Grecia, en ningún momento del actual Gobierno ha dicho que cambia las reglas del juego o que se niega a cumplirlas. Se refiere a interpretar las reglas según han cambiado las circunstancias del Metcado Capital/Trabajo. Y reinterpretarlas para cu llorar los compromisos.

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