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28 feb 2015

El cambio de paradigma: Del capitalismo de mercado al procomúncolaborativo.



Como después de ilustrar el comentario anterior se ha dejado manifestar un "bastiau" de necedades propias de una psicopatología social, es mi deseo aclar el motivo de tales ilustraciones para socorro de los consumidores ciegos por el frío, o falta de abrigo, no desarrobe.


La sociedad de coste marginal cero. El internet de las cosas, el procomún colaborativo y el eclipse del capitalismo.
Jeremy Rifkin

[...] " estamos entrando en un mundo que, en parte, se encuentra más allá de los mercados, un mundo en el que aprendemos a convivir en un procomún colaborativo mundial cada vez más ínter dependiente.

Comprendo que esto sea inconcebible para la mayoría de la gente porque estamos condicionados para creer que el capitalismo es tan indispensable para nuestro bienestar como el aire que respiramos. Sin embargo, a pesar de los intentos  de filósofos y economistas que durante siglos han afirmado que sus supuestos operativos reflejan las leyes que rigen la naturaleza, los paradigmas económicos  no son fenómenos naturales, sino simples constructor humanos.

Como paradigma económico, el capitalismo ha tenido mucho éxito. Aunque su trayectoria ha sido relativamente breve en comparación con otros paradigmas económicos de la historia, es de justicia reconocer que su impacto tanto positivo como negativo en la aventura humana quizá haya sido más profundo  y más amplio que de ninguna otra era económica, con la excepción de la transición de la caza-recolección a la agricultura.

La razón de ser del capitalismo es llevar cada aspecto de la vida humana al ámbito económico para transformarlo en una mercancía que se intercambie en el mercado como una propiedad. Pocos aspectos de la vida humana se han librado de esta transformación. Los alimentos que comemos, el agua que bebemos, los artefactos que creamos y usamos, las relaciones sociales en las que participamos, las ideas que alumbramos, el tiempo que gastamos e incluso el ADN que determina gran parte de quienes somos han acabado en manos del capitalismo, que los ha reorganizado y les ha puesto precio para introducirlos en el mercado. A lo largo de casi toda la historia, los mercados han sido lugares de encuentro ocasional para el intercambio de bienes. Hoy, prácticamente todos los aspectos de nuestra vida diaria están relacionados de algún modo con intercambios comerciales, el mercado nos define.
Y aquí reside la contradicción. Es precisamente esta lógica operativa del capitalismo la que hará que muera de éxito, como explicaré a continuación." [...]

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