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25 feb 2015

El "buen gobierno" cotiza al alza.

El gobierno democrático puede estar en dos condiciones por el tipo de relación que mantenga con la sociedad que concierna: abierta y cerrada. Cuando el gobierno está en condición de abierto, la relación que mantiene con su medio social es de interacción, o acción recíproca, con lo cual se dice que dicha sociedad es autocontrolada. Cuando la relación no es de interacción sino de alternancia, se dice que la sociedad es "regulada" (que el fin tenido está predeterminado y la bondad del mismo depende del gobierno, o recursos utilizados por la sociedad). En la sociedad autocontrolada el fin no está definido -es una sociedad "abierta", por lo que no es dependiente de los recursos, o gobierno utilizado por la sociedad.

El sistema electivo, o representativo de gobierno, es propio de las sociedad "cerrada", conservadora, determinista, o creacionista. La elección se ha hecho, biológicamente e históricamente de tres formas: el más fuerte físicamente -eligiendo al que se le ha dado en llamar "macho primero, o alfa" (basada la elección en la fuerza, las sociedades se gobernaron por machos -biológicamente la fuerza, la elasticidad muscular, o de sus palancas, siempre es mayor en los machos que en las hembras. La necesidad de especializarse en el uso de la fuerza defensiva -para la elección del más fuerte- hizo que la hembra se dedicara al acopio de los recursos energéticos y plásticos para el mantenimiento del macho. Y, también, para el mantenimiento de esa fuerza defensiva hizo que la hembra se dedicará a proporcionar las talanqueras, o muros defensivos que necesitaba para defenderse de los machos "no alfa" que pretendían serlo, por lo que se especializó en crear, mantener y diseñar tales talanqueras, a las que se les da el nombre de "hijos", a sus partes y, de "familia" al conjunto, o talanquera.

Con el tiempo, la inteligencia -interpretación de la información venida del medio y la buscada en el mismo- hizo evolucionar la elección del gobierno por sus genes, a la elección por sus méritos. Así que se pasó de la elección directa del macho alfa al macho del linaje, o familia con inteligencia, siendo así como se elige a un miembro educado en un linaje, no de sus genes, -familia como conjunto de individuos que convivían, o eran educados, bajo un mismo techo. Por este motivo, no eran elegidos los descendientes genéticos "no legítimos", o "no castos". Hasta nuestros días se sigue este proceder. En el tiempo y espacio nuestro, entre otros tenemos el " reino de León" que tiene un origen en los genes y no en la inteligencia (Sancho Díaz -Nepociano-, se le mató para hacer persistir la fuerza de los genes - Ramiro mata la inteligencia como modo de elección visigodo e impone el primitivo criterio de elección de la fuerza, imponiendo a su hijo Ramiro como sucesor. Igual sucede con la imposición de Isabel I como reina en contra del criterio modernista de la inteligencia que era la de Juana "la ilegítima" genética. Hoy, estamos en este hecho. Se elige a los genes, o partidos políticos y no elegimos la inteligencia a través de la elección del macho alfa.

La mentira ha sido y es la herramienta utilizada para elegir al macho alfa.

Estos días atrás anotaba sobre la mentira de Isabel de Castilla. Ayer escuchábamos -lenguaje verbal- y mirábamos -lenguaje no verbal- en el cónclave que con el fin de saber sobre la opinión de todos los elegidos -restringidos a los, a su vez, elegidos como machos alfa de los partidos políticos, o partes de la población, que no de la sociedad- sobre el estado de "agregación" de la población y sobre el estado de los recursos utilizados por ellos para la consecución del fin que motivó el que fueran elegidos -que es el de tener un grado de agregación de la población que se acerque al que la define como sociedad -la comunicación tiende a no ser determinable, o acotable en espacio geográfico y en tiempo histórico. Anoto que según lo dicho por los su machos alfa, no hay agregación y, sobre todo, que no tienen saber que su trabajo como elegidos es el de aportar la inteligencia necesaria y los medios necesarios para el fin de hacer evolucionar el estado de la población denominada España al estado de de Sociedad de España.

Cuando hacen referencia a "estado del bienestar", no saben, y menos aún conocen, que tal concepto es el de "sociedad", o de interacción entre los individuos a través de la propiedad, biológica y cultural, que es la que se conoce como "comunicación" a través del lenguaje verbal y gestual.

La reducción en la intensidad, extensión y duración de las denominadas "prestaciones sociales"  (educación, salud y participación social, o trabajo -beber, comer y descansar) hace comprender que los machos alfa -dominante, o Ejecutivo- y los machos alfa competidores -opositores a ocupar el lugar de macho dominante-, en disponer de la hembra constructora, mantenedora y expansora de los territorios de caza, o poderes del Estado de España. Digo que ninguno de los dos grupos, muestras -representantes de las poblaciones- sabe cual es el fin ni los medios para conseguirlo. Son "machos alfa" que no son "zánganos"; es decir, no alcan el nivel evolutivo apícola. 


El buen gobierno cotiza al alza

El reto para ejecutivos, consejeros y líderes empresariales es la aplicación del nuevo código 

El,País, John Scott, 25-02-15



El nuevo Código de Buen Gobierno Corporativo para las Empresas Cotizadas presentado ayer supone un paso adelante para reforzar el papel de supervisión de los gestores por parte del consejo de administración y aclarar las responsabilidades de sus miembros, con recomendaciones concretas dirigidas a aumentar su efectividad. Entre ellas, encontramos muchas que ya estaban siendo de aplicación obligada para las entidades financieras y que ahora —aunque en forma de recomendaciones— se convierten en comunes para las cotizadas en España.

Los reguladores de los mercados locales de capitales se han dado cuenta de la importancia competitiva del gobierno corporativo para los inversores. En los últimos años se han venido reformando las recomendaciones nacionales de buen gobierno con el sano propósito de aumentar el atractivo de sus empresas en los mercados de financiación. El enfoque que podríamos denominar institucional, que en buena medida fue el inspirador de los anteriores códigos de buen gobierno —en España y en otros países—, ha dejado paso a una aproximación más pragmática y cercana a las tesis que dominan hoy los mercados de capitales. Esa diferencia artificial que insistía en la existencia de dos modelos de gobierno, uno “continental” autóctono y otro “anglosajón” importado, ha quedado caduca en un mundo globalizado.

En el nuevo texto de la CNMV subyacen varias ideas transversales relevantes con el propósito de avanzar en una cultura empresarial más enfocada en la creación de valor a largo plazo. Asuntos clave que preocupan no solo a los inversores institucionales, sino también a la ciudadanía. Aspectos que estaban en la calle y que el parqué no podría desoír. Así nos encontramos con un importante grupo de recomendaciones dirigidas a aumentar la exigencia de independencia y conocimiento de aquellos con misión de supervisar los sistemas de control de las compañías. Un avance como también lo son aquellas medidas dirigidas a incorporar nuevos perfiles al consejo que reflejen mejor la vocación internacional de las empresas o la realidad de género de una sociedad donde hoy se gradúan más mujeres que hombres.

La gestión del riesgo, inherente a la empresa, toma cuerpo y precisa de una función específica en las recomendaciones del código. El desarrollo de las políticas de responsabilidad social corporativa como un elemento que conecta a las empresas con la sociedad a la que sirven o las recomendaciones dirigidas a los esquemas de remuneración de los consejeros y alta dirección servirán de palanca a muchas organizaciones para definir mejor su papel en la sociedad, estar mejor preparadas y ser más competitivas en un entorno cambiante, complejo e interconectado por el avance de la tecnología.

La gestión del riesgo, inherente a la empresa, toma cuerpo y precisa de una función específica en las recomendaciones del código

Los consejos de administración son un órgano vital de las compañías. Su salud es un buen indicador de la viabilidad y longevidad de la compañía en el largo plazo, y los inversores lo saben, pero también el mejor talento o los mejores socios en el negocio. La calidad del debate en el seno de los máximos órganos de gobierno de las empresas depende de la habilidad de sus líderes de crear un ambiente de trabajo en equipo realmente constructivo y exigente. En la construcción de este equipo de trabajo tiene un papel especial la persona que lidera la organización. Sin la adecuada dinámica colaborativa y la disposición de un grupo de consejeros que piensan como propietarios y son capaces de ejercer su autoridad, las recomendaciones de buen gobierno sobre procesos y responsabilidades tendrán poca influencia. Esta es una recomendación implícita del nuevo código, pero clave para entender el cambio y lograr el objetivo perseguido. Y es que las reformas llevadas a cabo en la Ley de Sociedades de Capital, en la reforma penal o del sistema financiero —y ahora en el nuevo código de buen gobierno— suponen no solo más responsabilidad, sino además un reto profesional para aquellos que desarrollan la función de consejeros.

Cumplir con las expectativas en este nuevo escenario va a suponer un esfuerzo tanto por parte de los líderes de las organizaciones, de los miembros de los consejos pero también para los ejecutivos de las empresas a las que sirven. Para los consejeros, las nuevas exigencias en cuanto a dedicación, conocimiento, información, e incluso interacción con inversores o los ejecutivos de la compañía deben estar acompañadas de mejor información, medios, y de recursos que potencien su papel, su talento y permitan desarrollar su tarea eficazmente.

Los códigos pasados nos enseñan que las sugerencias que elabora el regulador tienen gran predicamento entre las empresas. Sin embargo, la aplicación de estas recomendaciones, también como otras en el pasado, depende de la voluntad de aquellos que tienen la misión de aplicarlas. Cumplir en lo formal seguramente terminará siendo sencillo. Pero, como en todos los consejos que uno recibe en la vida, su valor se encuentra realmente en el espíritu que los inspira, más que en la letra impresa que los contiene.

John Scott es presidente de KPMG en España, en la región de EMA (Europa, Oriente Próximo, África y sur de Asia) y vicepresidente global.

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