"Y el ejemplo de Jehú buscando, mediante impías mentiras y sacrificios sacrílegos, a los
hombres sacrílegos e impíos para matarlos, no lo imitarían aunque la misma Escritura
hubiese callado sobre su modo de ser. Pero, cuando se nos dice que no tuvo un
corazón recto ante Dios, ¿de qué le sirvió el haber recibido la recompensa pasajera de
un reino temporal, como premio a su obediencia en exterminar totalmente la casa de
Acab, en la que exhibió un enorme afán de dominio? 7 Por tanto, hermano Consencio,
te exhorto a que defiendas la verdadera doctrina de los mártires y te invito a que no
seas doctor de la mentira, sino maestro de la verdad frente a los mentirosos. Presta
atención a mis palabras, por las que te insto vivamente a descubrir con cuánto cuidado
se debe huir de esa postura de que me hablas para descubrir, corregir o evitar a los
herejes, pues el celo es, ciertamente, laudable, pero la doctrina es incauta e
imprudente."
Contra la mentira
San Agustín
El mentiroso nace, viene de. El mentiroso no se hace.
El mentiroso no es educable, pues las bestias no son educables, sino domesticables. Sólo comen las migajas que le caen al señor. Y, del humus del Señor come el mentiroso.
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