Mohamed Qataa, 15 años, vendedor de café en la hermosa ciudad de Alepo, origen de la Persona, dice en público: "Aunque descendiera el profeta Mahoma, no me convertiré en creyente".
Ante tan racional aserto, ha sido ejecutado un creyente. Un no racional, un creyente, dijo a los presentes: "Generosos ciudadanos de Alepo, no creer en Dios es politeísmo, y maldecir al profeta es politeísmo. El que lo maldiga una sola vez será condenado de este mismo modo".
El País,11-6-13
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