Hoy he pasado por Llanera. Lo hice como Augusto Pérez.
Mientras contemplaba un sembrado de maíz, vi como se posó una banda de negros picudos amarillos, o cuervos. Saltando de un riego a otro cortaban los tallos del maíz que brotaban. Mientras que con ruido los espantaba, se acercó un vecino. Me dijo; hace un mes que sembré y los cuervos están acabando con los brotes y, los que no picotean ellos, los jabalíes lesfocíquenlos.
¿No ponéis espntapájaros?. No, no sirven de nada. Ponemos petardos, pero tampoco sirven.
¿Porqué no los matáis?. Está prohibido y nos multan.
Bueno, el próximo sábado a domingo yo mataré los jabalíes y, por la mañana y la tarde los cuervos. No te preocupes, me tomaré la justicia por mi mano, tengo ganas.
Tenga cuidado Don Augusto.
¿Desde cuándo me tratas de Usted?.
Bueno, Augusto, ya sabes.
No, no lo sé ni lo quiero saber. No te consiento ese trato hacia mi, ¡coño!.
Te prometo que cortáremos maíz con focete, haremos cuques y estraremos les vaques con el narvasu secu. Seguro que lo haremos tú y yo. El primero de Noviembre esfoyaremos.
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