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1 jun 2013

Práctica Médica hoy y en el SII.


Práctica Médica Actual, o Pre-Galeno (SII). Una reflexión en la mañana, como recomendaba este hombre al que se le decía médico que curaba los golpes y heridas de los deportistas, o gladiadores.

"El enfermo ... Deberá ser visto cada día, en el mismo lugar, a la misma hora, y preferentemente cuando el sol acaba de salir...; porque es sobre esta hora cuando... El explorador tiene la inteligencia y los ojos más penetrantes"



En la Práctica Médica, o Asistencia Médica, la "exploración sensorial del cuerpo del enfermo" es el criterio básico, primordial, preferente e imposible de obviar. Así es desde Galeno, allá en el SII, y sigue siendo. Sin embargo la embriagadora, o intoxicadora acción que sobre el médico tienen los instrumentos, cada día se va alejando más la práctica de la exploración sensorial en favor de la exploración instrumental. 

La exploración instrumental confunde al médico inexperto en la exploración sensorial y lego en el conocimiento de la exploración instrumental.

Yo estudié la exploración sensorial de Laenec, Recklinhausen, de Surós, Luis Barraquer Bordás, mi maestro en Neurología. Y, entre tantos más, Farreras y Valentí. Cito de memoria a algunos de mis libros de formación clínica; no puedo dejar de manifestar mi agradecimiento a estos hombres médicos.

Resumiendo, siendo osado, se puede decir que la base de la práctica médica ha sido  la que denominó "la sensación del cuerpo", la "aisthesis tou somatos", haciendo referencia a Pedro Lain Entralgo. 
Lain propone interpretar esta tesis de Galeno "la sensación que el médico tiene del cuerpo del paciente" y la "aplicación de los sentidos del médico al conocimiento preciso de la realidad del enfermo".
Es decir, aisthesis, o sensación es la del médico, y el soma, o cuerpo percibido por ella es la del enfermo".
(La medicina hipocrática, Lain Entralgo, 1970).

El médico ha de ser "un hombre que conozca con precisión la diáthesis del cuerpo".

La physis, o cuerpo solo se conoce a través de su exploración mediante los sentidos del médico.

Hemos de tener en cuenta que Galeno nos dice a los médicos "cuando dudemos si el enfermo se encuentra agónico, o tiene posibilidad de ser salvado, es inexcusable (anankaia) que el médico explore todos los signos y síntomas que su cuerpo manifieste (semeia kai symptomata).

Recuerdo cuando estando de guardia en el recién creado Hospital Fusión se me llamó a Urgencias ante la presencia de un hombre politeaumatizado. 

Al llegar al lugar me encontré con una gran cantidad de médicos, enfermeras y otros sanitarios que se movían de un lado a otro del hombre puesto en la camilla. Al no saber a que se debía tan agitada actividad y vocerío, Levanté mi voz por encima del estruendo del habido en aquel lugar que se me antojaba Zoco en la Medina. Y dije con expresión seca y severa: ¡callad. Silencio. Todo el mundo fuera!. Pregunté en cuanto hubo silencio: ¿quien me dice que tiene este hombre tirado en la camilla con los miembros colgando, sin poder defenderse de vosotros?.
Es un politeaumatizado, me dijo un médico joven, ojeroso, con barba y con marcada corva que con su mano derecha asía un laringoscopio y, con la izquierda un tubo endotraqueal.
¿Y que?, le respondí.

Venga, que nadie lo toque que lo voy a explorar.

Coño, antes de hacer hay que explorar, dije mientras ladeaba su cabeza y le retiraba los restos de camisa que aún no le habían desrobado.

¡Se muere!, oí decir.
Pues más vale que se muera que no le matemos, respondí.

Vendaje compresivo de la fractura tibial, vena del pliegue del codo, dame un tubo del 7 para intubarle por vía nasal, tiene fractura mandíbular y maxilar...

Posteriormente se me recriminó sin estar yo presente.

Hoy este recuerdo me lleva a recordar a Galeno:

"Alejandro intervino antes de que yo pudiera mostrar mediante la disección cómo se producía la respiración y el habla, y dijo: "¿tenemos que estar de acuerdo  en la previa aceptación  de la evidencia de los sentidos?". Cuando oí estas palabras les dejé y me fui, diciendo solamente  que me equivoqué al pensar que no había venido a charlar con escéptico; de lo contrario no habría venido". 

Así ha sido descrita la relación de Galeno con Alejandro de Damasco que se permitió cuestionar el principio de evidencia de los sentidos. 

Sabidas las lesiones del hombre, se procedió al tratamiento inmediato de las consideradas urgentes y, una vez controlada la vida del mismo. Se procedió a realizarle estudios instrumentales.

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