En conversación reflexiva con Ana, microbióloga, y Augusto, economista, brotamos el manantial que sigue su discurrir por las laderas de Mundin hacia Lughonia y Puhria.
La inmigración no se produce porque las personas habitantes en África quieran tener nuestros tesoros y vivir como lo hacemos los individuos humanos que residimos en Europa.
Pensamos los residentes europeos que nuestros tesoros y nuestro modo de vida es envidiable por las personas que habitan África.
Esta concepción del europeo humano manifiesta el entender que es un ser superior al africano humano. Mejor expresión: el humano europeo cree que es el pueblo elegido por dios. Sin embargo, tanto el humano europeo como el humano africano racional, o libre de creencias, o racional científico conoce que el el humano europeo proviene del humano africano y que, por ello, el humano africano es un humano moderno evolutiva mente respecto al humano europeo; es decir, el humano europeo es un ser primitivo respecto al humano africano.
El centro director de ondas evolutivas está en África, por lo que el paso evolutivo comienza en África. Es decir, el humano africano está dotado de una capacidad de adaptación al Medio más eficaz y eficiente que el europeo, su ancestro.
Cuando la ola evolutiva del africano se acerca a la orilla del estanque de la evolución -o desaparición- es cuando se le reconoce como humano europeo. Cuando esto sucede el homo africano emerge del estanque y llega a la superficie de éste.
También se podemos expresar este gesto de la evolución del Universo del siguiente modo.
Al aumentar el número de humanos europeos inactivos, o discapacitados -por edad y minusvalias no degenerativas-, se reduce el número de humanos europeos activos, o capacitados - por edad y por educación, o de espejo-. A nivel de grupo, los humanos europeos pierden la capacidad de comunicación entre sí y, la sociedad de antes regresa a la condición de población, de inferior eficacia y eficiencia que le conduce al fatal final de la pérdida del órden del que el homo africano se dotó, regresando al caos, o Medio del que este procedía.
La visión ántropo-europeo-centrista del Universo, hace que interprete como drama humano la inmigración africana. No, lo que nos anuncia la inmigración africana es el drama humano de la extinción del humano europeo.
El "atractor fatal" de la regresión social a la poblacional del humano europeo, o extinción, es el que mueve a ocupar su lugar evolutivo al humano africano.
Podemos retrasar el final si racionalmente hacemos aumentar la población activa: retrasar la edad de jubilación al aumentar la eficacia y eficiencia de su vida desde antes de su concepción y, adelantar la edad laboral al aumentar su eficacia y su eficiencia.
El microbio nunca "ataca" al animal, al igual que nada hay en el Universo que se mueva venciendo resistencias. Cuando un tejido se arruga, pierde elasticidad - el motor del Universo-, el microbio salta la talanquera para ocupar el espacio habitable. Ningún ser vivo es agresivo, ninguno, incluyendo el humano.
Los microbios que conforman el individuo humano inmigran a este cuando éste no tiene salud, no cuando este está "enfermo".
Hablar de "agresividad" de un microbio es absurdo racionalmente científico. El problema de una inmigración microbiana no viene dada por una supuesta agresividad, sino por una minusvalía del "continente" individuo que le discapacita para una convivencia, o comunicación eficaz y eficiente con los microbios de los que forman una unidad de habitabilidad, o convivencia.
Me gusta vivir estos momentos de desaparición de la ola evolutiva humana europea y de la aparición, de la emergencia, de la ola evolutiva humana africana. Es una satisfacción sentir que cedemos el testigo evolutivo, de nuevo, al humano africano.
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