Los Republicanos es el nombre por el que Nicolas Sarkozy se ha decantado para rebautizar a su actual partido, la Unión por un Movimiento Popular (UMP). Un portavoz de la formación de centroderecha ha señalado que, para el expresidente francés, esa denominación es más apropiada para lograr una “mayor reunificación” de los votantes de centro y derecha dentro del proceso lanzado Sarkozy para la “reconquista” del poder.
La propuesta de cambio de nombre, ya sugerida por el expresidente desde que en noviembre pasado volvió a hacerse con las riendas de la formación, se planteará en el congreso del partido convocado para finales del próximo mayo. Las fuentes del partido señalan que, aunque la propuesta aún no es oficial, el nombre de Los Republicanos está siendo “bien recibido” entre los militantes. Incluso destacan la ventaja de que la ultraderecha del Frente Nacional ya no pueda hablar de "la UMPS", término que usa para denunciar que no hay diferencias en los partidos tradicionales, la UMP y el Partido Socialista.
Las únicas críticas internas han surgido en el entorno de Alain Juppé, rival de Sarkozy en la UMP que, junto con el expresidente Jacques Chirac, fue quien protagonizó en 2002 la denominación actual del partido. Para esos críticos, el término “republicanos” tiene “excesiva similitud” con el partido conservador estadounidense. Jean-François Copé, secretario general de la UMP hasta el verano pasado, también se declara “sorprendido” por ese cambio de nombre tras el triunfo electoral del centroderecha en las elecciones departamentales del mes pasado.
Las mayores críticas han surgido en la izquierda. Para el socialista y secretario de Estado Jean-Marie Le Guen, apropiarse de un término que engloba a todos los ciudadanos de la República “es un abuso de poder”. “La República es un bien común. No hay que apropiársela”, precisa el diputado socialista Christian Paul. Para el primer secretario de los socialistas, Jean-Christophe Cambadélis, la elección del nombre prueba que Sarkozy está “fascinado” por el expresidente estadounidense George Bush.
En todo caso, el deseo de rebautizar el partido se enmarca en la estrategia de Sarkozy de poner distancias con la última etapa de la formación. Tras su fracaso electoral en 2012 frente a François Hollande, la UMP se ha enfrascado en guerras fratricidas, está inmersa en graves casos de financiación ilegal y sufre una deuda cercana a los 80 millones. Nathalie Kosciusko-Morizet, vicepresidenta del partido, dirige una comisión para redactar unos nuevos estatutos que se debatirán en el congreso.
Las tensiones internas en la cúpula se mantienen vivas. François Fillon, otro de los rivales de Sarkozy, ha hecho pública este jueves su intención de ser candidato a las presidenciales de 2017. A finales de 2016, el partido celebrará por vez primera unas primarias abiertas para designar a ese candidato. Hoy, los sondeos dan ventaja a Juppé frente a Sarkozy o Fillon.
El centroderecha francés ha utilizado ya cinco nombres diferentes desde el final de la II Guerra Mundial, de acuerdo con los deseos de sus respectivos líderes: Charles de Gaulle, Georges Pompidou, Giscard d'Estaing, Jacques Chirac y ahora Sarkozy. Agrupación del Pueblo Francés (RPF), Unión por la Nueva República (UNR), Unión de Demócratas por la República (UDR), Agrupación por la República (RPR) y UMP han sido las denominaciones usadas.
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