A la vez que escucho un trabajo de la TV6 sobre la gestión pública de la "tarifa del carbón", o "subvención del carbón nacional" (por el Estado a través de la, cuanto menos, actividad negligente de Poder Ejecutivo y el Judicial), leo la obra de Robert Payne, "The Life and Death of Lenin".
Quedo helado al leer en la carta de Lenin a Eugene Bosch de agosto del año 1918.
"Es necesario organizar una guardia intensiva de hombres confiables bien seleccionados para implementar un terror de masas sin piedad contra los kulaks (campesinos terratenientes), curas y guardias blancos; los sospechosos deben ser llevados a campos de concentración fuera de la ciudad. La expedición de castigo debe empezar ahora. Telegrafíame cuando la misión esté cumplida”
Se dice que Lenin, de tantas veces ordenar disparar, con frecuencia llegó a ordenar "disparar y deportar".
Queriendo salvar las distancias, he de anotar que se está teniendo tal confusión mental "traicionera de intenciones reprimidas", habitual en la "política nacional"
No es deriva paranoica pensar que un Estado Democrático evoluciona hacia un EstadoTotalitario, de forma tan silenciosa como la sucedida con el Estado Alemán de los años treinta del pasado siglo. Nadie tomó lectura debida de Adolf Hitler en su libro "Mi Lucha"
No conozco reflexión sobre el mismo antes de la ejecución de su degenerada manifestación. Y, lo que aún es peor, aún hoy no se lee tal texto, mirando hacia otro lado.
Igual decir sobre el "libro rojo" y el "libro verde", Tora, Biblia y Corán y Constitución de USA, por poner ejemplos.
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