Buscar en este blog

20 ene 2014

El Juez Garzón habla.

El exjuez de la Audiencia Nacional pide al Gobierno que dé pasos para el final definitivo de ETA

Sobre la Infanta: "No entiendo por qué el ministro de Justicia se mete en camisas de once varas"

El exmagistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, ayer en Madrid. / ULY MARTÍN
“Una faceta más de la rocambolesca historia de lo que ha sucedido conmigo”. Así describe Baltasar Garzón la pérdida durante casi año y medio del expediente de petición de indulto que solicitó para él la asociación Magistrados Europeos por la Democracia y las Libertades (Medel). El exjuez de la Audiencia Nacional, condenado a 11 años de inhabilitación por las escuchas a la red corrupta Gürtel, habló con EL PAÍS de su indulto, de los recientes pasos de ETA y su entorno y de la polémica por el paseíllo o no de la Infanta en los juzgados de Palma.
Pregunta. ¿Qué cree que ha pasado con su indulto?
Respuesta. El indulto lo solicitó Medel. Yo contesté en plazo al Ministerio de Justicia diciendo que había causas objetivas y que agradecía la petición de Medel. A partir de ahí, desconecté. Luego supe que se había perdido el expediente. La cuestión es saber si ha sido un error o si hay una intencionalidad detrás. Lo tienen que investigar el Ministerio de Justicia, el Tribunal Supremo y el fiscal. No es de recibo que se quede en el limbo año y medio. Puede haber sido algo fortuito pero es necesario que se aclare, que no quede la duda. Los abogados de Gürtel se oponen a que me lo den. He visto los escritos de dos de ellos. En cualquier caso, puedo esperar poco, porque ya se ha visto  que no es el ánimo de favorecer a la justicia lo que ha primado. Ha habido una especial inquina contra mí, pero ya pasó. No la olvido, pero no guardo rencor, miro hacia adelante y eso sí, sigo peleando porque se reconozca la posición que defendí: que no hubo delito. Aunque me deprime profundamente que ante unos hechos de corrupción tan graves como los que se están ventilando todavía haya gente del PP tratando de justificarlos.
P. ¿Le llamó el ministro de Justicia, Alberto Ruiz- Gallardón, para explicarle lo ocurrido?
R. No, no tenía por qué. Y es normal: bastante tiene con lo que tiene, los líos y las decisiones que está tomando como para llamarme a mí. Lo que no es normal es que no se investigue. Si esto ocurre en un juzgado y se pierde un documento año y medio hay una investigación inmediata, incluso del Consejo General del Poder Judicial. No puede quedar la duda. Digamos que esto ha sido una faceta más en la rocambolesca historia de todo lo que ha sucedido conmigo. 
P. Si le concedieran el indulto, ¿volvería a ser juez?
R. Mi título sigue siendo el de magistrado-juez. Cuando se produzca el cumplimiento de pena o haya cualquier otra circunstancia que termine el tiempo de inhabilitación lo lógico es que tome posesión del destino que corresponda y a partir de ahí tomaré la decisión, que no necesariamente será la de continuar como juez. Estoy haciendo otras cosas muy interesantes  en el ámbito de la justicia, tratando de ver cómo se puede llevar a cabo un cambio profundo de la justicia desde punto de vista de las víctimas, de los abogados... detectar las deficiencias, que las hay, y luchar contra el corporativismo judicial que es uno de los mayores cánceres de la carrera judicial. También estoy ahora especialmente implicado en investigaciones penales y derecho a la información. Dirijo la defensa de Wikileaks y de Julian Assange y creo que ese es un campo absolutamente necesario de clarificar para encontrar el equilibrio entre el derecho ciudadano a saber y de los justiciables a que se respete su presunción de inocencia.
El caso Nóos. "La justicia no es igual para todos"
P. ¿El caso Nóos ha demostrado que la justicia no es igual para todos?
R. Cualquier caso puede demostrar que la justicia no es igual para todos. Depende de cómo sea tratado, de cómo sea desarrollada la investigación por parte del juez, del fiscal... Hay veces que la trascendencia pública de de la noticia puede mediatizar la resolución. Un juez ha tenido que hacer un tratado de derecho de 220 folios para citar a una persona y eso no es normal, algo no funciona. No tendría que ser necesario porque una imputación es informar a una persona. Antes de comparecer puede tener acceso a todo el procedimiento, estudiarlo, encontrar los puntos flacos, impugnar su imputación. Se le garantizan todos los derechos. Pero hay veces también que jueces y fiscales no prestan toda la atención que debieran y como resultado hay un porcentaje altísimo de personas que son citadas a los juzgados sin saber muy bien por qué. Me gustaría que hubiera una inspección sobre eso. Los jueces tienen la obligación de aplicar la justicia por igual. Eso no quiere decir ser más duros con el más grande o más suaves con el más débil, sino que, en función de los hechos, y de la responsabilidad, al margen de la calificación social que tengan, se aplique la norma como corresponda y hay veces que, por desgracia eso no sucede.
P. ¿Le sorprende el papel del fiscal Pedro Horrach en este caso?
R. Llama la atención la confrontación con el juez. La obligación del fiscal es ser garante de la legalidad en el proceso, no tanto -tampoco la del juez-, entrar en contiendas personales. Esta fórmula de hacer un escrito contra una resolución que no recurre no acabo de entender en qué parte de la ley de enjuiciamiento criminal está. Es un auténtico recurso sin recurso. Pareciera que ha recibido una orden superior de no recurrir o en todo caso, que tenía el recurso preparado pero como la propia interesada ha dicho que no iba a recurrir... Si el fiscal cree firmemente que no hay elementos suficientes para una imputación debe recurrirla.
P. ¿La Infanta debe hacer el paseíllo hasta el juzgado?
R. No me preocupa especialmente, lo importante es lo que diga dentro. En este caso, sus abogados o la propia Casa Real no han hecho lo mejor para la ciudadanía, no ha habido transparencia, pero en general me preocupa la estigmatización que se hace de los imputados. Nadie debería rasgarse las vestiduras por ser llamado a declarar para dar su versión. Quizá debería crearse la figura del testigo con derecho a abogado que existe en otros países porque vivimos en una sociedad estigmatizante y estoy pensando también en la vida de un ciudadano normal que se puede destruir por una decisión judicial no medida. Cómo se entra en un edificio judicial depende de circunstancias de seguridad, de discapacidad... que el presidente del tribunal puede valorar. Yo he autorizado entradas por el garaje de la Audiencia Nacional cuando la causa estaba secreta o cuando había testigos protegidos. Pero una vez dentro del edificio, todos los ciudadanos son iguales. Me trae sin cuidado cómo entre la Infanta. El jefe de seguridad debería pronunciarse y ahí tendría que acabar todo. Pero en este país hacemos chanza de todo y creamos problemas donde no existen. Empezando por el ministro Gallardón que no sé por qué se mete en camisas de once varas. El ministro tiene que hacer su papel: ser el ministro de justicia.
P. ¿Cree que esos comentarios de ministro son una forma de presión al juez?
R. No, un juez no deja que nadie le diga lo que tiene que hacer y si lo hace está totalmente descalificado. La vigilancia del edificio no depende del juez. Se tienen que dirigir al presidente del tribunal y no hay más. El juez tiene la obligación de tratar con igualdad y corrección a las personas que entran a su juzgado.Cuando hay un motivo diferente a la mera estética puedes permitir una cosa y otra, pero hay que garantizar que el acceso al juzgado sea libre y pacífico. No sería de recibo que 80 periodistas se echaran encima de la persona, da igual quien sea. Si por la trascendencia pública va a haber una especial trascendencia informativa, como es normal, hay que conciliar los dos intereses. Pero lo vemos todos los días. Obama va a un sitio y hay un cordón de seguridad, no se esconde. Si la Infanta va a declarar, que haya un cordón de seguridad que la proteja y punto. 
ETA. "Sería adecuado facilitar que Otegi haga pedagogía en el mundo abertzale"
P. ¿Qué le parecen los últimos pasos del entorno de ETA, el hecho de que hayan aceptado la legalidad penitenciaria?
R. Llevamos dos años sin violencia terrorista. Creo que es el momento de que enfrenemos definitivamente el final de ETA. Le exigimos a ETA y a su mundo que siga dando pasos, pero también nosotros tenemos que dar pasos adelante. En una solución de justicia transicional las víctimas tienen que estar presentes, deben participar, pero tampoco  podemos olvidar que hay decisiones que tomar para avanzar en ese proceso hacia la pacificación definitiva. Los presos de ETA han hecho ese avance, luego ha habido homenajes... Yo creo que cuando se cumple una sentencia, se cumple una sentencia. No es que vayamos a ser amigos de los terroristas pero no podemos estar permanentemente diciendo que esos terroristas no han pagado suficiente. Han pagado lo que la ley ha dicho que tenían que pagar. Es necesario y si no somos capaces de conjugar la protección de las victimas con ese proceso de aproximación y resolución de los obstáculos que impiden la decisión final vamos mal, y ese impulso le corresponde al Ejecutivo.
P. ¿Qué cree que puede o debe hacer el Gobierno para agilizar ese proceso?
R. Hay muchos ejemplos mucho más complejos que el que tenemos en España y en los que se están dando avances importantísimos. El proceso de paz en Colombia es uno de ellos. Aquí estamos viendo que los presos se están moviendo, aceptando una situación legal que antes no reconocían, creo que hay que potenciar eso. Si se están manifestando sin violencia no veo por qué se tiene que criminalizar de nuevo. Si en esas concentraciones hay personas que cometen hechos delictivos, adelante, pero si no, yo creo que en una democracia, salvo la violencia, tiene cabida todo o casi todo.
P. ¿Qué mas pasos debe dar ETA y su entorno?
R. No hay atentados y no me consta que haya extorsión u otras medidas de intimidación. Es verdad que algunos grupos satélites pueden tener una idea equivocada de este proceso y ahí ETA tendría que hacer una labor de pedagogía con los suyos. Y el mundo abertzale debería hablar menos del Estado torturador porque eso ofende a las víctimas. Hacer más autocrítica y no olvidarse de que han sido victimarios. Hay muchos pasos que dar. Y hay gente dentro del mundo abertzale que puede hacer esa labor. Lo importante es que las víctimas no se sientan olvidadas y que a su vez, el Gobierno sea capaz de dar pasos para que esta situación terminal avance definitivamente. Hay armas que entregar, desmovilización que hacer...
P. ¿Debería salir Otegi de la cárcel y dirigir esa labor de pedagogía?
R. Creo que Otegi ha dado pasos importantes desde que fue puesto en prisión por orden mía. Y puede desarrollar una labor de aglutinamiento de ese mundo y hacia el final efectivo o definitivo de la violencia. Creo que puede jugar un papel importante, y facilitarle que juegue ese papel me parece adecuado.
Política. "Ya estoy haciendo política, aunque no vaya a ir en ninguna lista"
P. Dijo que es el momento de participar en política pero no quería incorporarse a ninguna lista. ¿Mantiene esa decisión?
R. Sí. Sigo creyendo que hay que participar en política. Ahora más que nunca, cuando los ciudadanos se están cuestionando el sistema, como se ha visto claramente en el Gamonal. No hay cintura política hasta que no ven a santa barbara tronar. Los políticos no pueden ocupar el sillón de espaldas a los ciudadanos, tienen que escucharles.Y estoy muy comprometido para que haya un cambio, pero lo importante no es estar en listas. Ya estoy participando en política: escribo, opino. Soy co-fundador de Convocatoria Cívica...
P. ¿Qué temas le atraen o le preocupan más del panorama político?
R. La falta de comunicación entre los políticos. Es un diálogo de sordos. Rajoy dice que Mas no le escucha, pero es que él tampoco y son temas que nos interesan a todos. Me preocupa esa falta de dialogo, de consensos. Me preocupa mucho la situación de la justicia. Me preocupa sobremanera el olvido de las víctimas del franquismo, y los políticos que hacen gala del cinismo más clamoroso cuando voces como Naciones Unidas les dicen: oigan, no lo están haciendo bien, reparen a las víctimas, y no hacen nada. No me entra en la cabeza que se se haga una selección de víctimas: se prime a unas y se olvide a otras que llevan 70 años reclamando justicia.
P. ¿Por qué cree que no tienen la misma consideración las víctimas del franquismo y las de ETA?
R. Si hablas de víctimas del franquismo automáticamente tienes en frente a unos políticos diciendo que no es lo mismo que las del terrorismo. Lo único que no es lo mismo es que aquellos fueron crímenes masivos que nunca se han resuelto ni reparado. Habla muy mal de un pueblo el hecho de que  pida reconocimiento para las víctimas de la violencia terrorista y se olvide de las víctimas de un sistema que masacró a decenas de miles de personas. Es un tema pendiente en España y lo seguimos arrastrando. Se dice que la Transición lo sanó todo, pero las víctimas siguen pidiendo justicia. Ahora estamos empeñados en conseguir una comisión de la verdad y se dice que no es oportuno. ¿Cuándo va a ser oportuno? ¿Dentro de 100 años? Llevamos 75 así. Creo que si las generaciones más jóvenes no estuvieran contaminadas del sectarismo de los mayores reconocerían que las víctimas del franquismo tienen ese derecho y que es obligación del Estado satisfacerlo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario