La locomotora germana pierde potencia por su afán de alcanzar el déficit cero lo antes posible. Los principales institutos rebajan sus previsiones hasta un 1,3% en 2014 y el 1,2% 2015
El principio del fin de la era Schäuble ha comenzado: los principales institutos alemanes de economía han rebajado sus previsiones para Alemania hasta un 1,3% en 2014 y el 1,2% 2015 – frente al 1,9% y el 2% que estimaban con anterioridad– y han criticado la política económica de la canciller Angela Merkel recomendando al Gobierno elevar las inversiones públicas en el país y reducir la presión fiscal. En su informe conjunto, el IFO de Múnich, el DIW de Berlín, el IWH de Halle y el RWI Essen, han indicado sus dudas acerca de la eficacia económica del empeño de Merkel y su ministro de Finanzas Wolfgang Schäuble en alcanzar lo antes posible el déficit cero.
Las previsiones a la baja, que según según Merkel «no ha sorprendido» al Ejecutivo, constatan las dudas respecto de la fortaleza de la recuperación de la 'locomotora europea' tras los tristes datos de la producción industrial, de las exportaciones y de la confianza empresarial. Los pronósticos alemanes son incluso peor que las estimaciones publicadas esta misma semana por el Fondo Monetario Internacional que también ha revisado sus pronósticos de crecimiento para Alemania hasta el 1,4% este año, frente al 1,9% previsto, y al 1,5% en 2015, dos décimas menos. Son consecuencias, dice el informe, del «marcado enfriamiento» de la economía germana que se estancará en el tercer trimestre tras incurrir en una contracción del 0,2% entre abril y junio.
«La coyuntura económica se ha enfriado notablemente. La demanda interna y externa es débil», han publicado los expertos en su tradicional «Informe Conjunto de Otoño» que entregan al Gobierno y que fue presentado en Berlín. El cuadro macroeconómico planteado por los institutos estima que en el tercer trimestre de este año Alemania va a rozar la recesión, al registrar un crecimiento del 0,0% entre julio y septiembre. Para los últimos tres meses del ejercicio prevén un repunte del 0,1%.
En una comparecencia posterior, Merkel ha dicho que su Gobierno está «preparado» para tomar medidas que favorezcan las inversiones y reduzcan la burocracia. Los institutos por su parte han recomendado inversión en el país, pero aclarando que se refieren a gasto público, priorizando infraestructuras en I+D. Según Oliver Holtenmöller (IWH) no es necesario un gran programa de impulso coyuntural para Alemania, sino que Berlín lleve a cabo una «priorización racional» de las necesidades del país elevando la inversión en I+D. Para Ferdinand Fichtner (DIW), en el contexto actual de tipos de interés en mínimos, un pequeño déficit seguiría permitiendo una reducción sustancial de la deuda pública. Roland Döhrn (RIW), por su parte, ha destacado que en Alemania coinciden actualmente una infrautilización de capacidades productivas con un superávit público, dos elementos que lastran el potencial de crecimiento.
Una de las causas destacadas por los expertos es el conflicto comercial con Rusia y el debilitamiento de la economía mundial, especialmente la relentización de la zona euro. Esto ha provocado la mayor caída mensual de las exportaciones desde 2009: las ventas alemanas sumaron 84.100 millones de euros en el octavo mes del año, un 5,8% menos que en julio pasado y un 1% por debajo de las de agosto de 2013. Otras causas son la débil demanda interna tanto de los consumidores como de las empresas así como las incertidumbres geopolíticas: Ucrania, Irak y Oriente Medio.
El informe critica además las medidas sociales –salario mínimo, jubilación anticipada, mejora de las ayudas a las madres– y la política populista de déficit cero del Gobierno de coalición entre conservadores y socialdemócratas: Berlín no está ayudando con su política económica ni a animar el PIB a corto plazo, ni a elevar el potencial de crecimiento a largo. Está costando, indican los institutos, puestos de trabajo desestabilizando a largo plazo la sostenibilidad del sistema. Sobre el fetichismo fiscal de Schäuble, Fichtner ha indicado que el afán consolidador del Ejecutivo «no es apropiado en este momento» y que Berlín –que publicará sus propias previsiones el próximo martes– puede y debe hacer más en política fiscal. Desde la Fundación Bertelsmann en Washington, Schäuble ha indicado que «Permaneceremos en el uno y medio por ciento» adelantando quizás el pronóstico que presentará Berlín el martes –hasta ahora el Gobierno esperaba 1,8% este año y 2% el próximo–.
Respecto a las últimas medidas del Banco Central Europeo para reactivar la economía de los países del euro (rebaja de tipos al 0,05% e inyecciones masivas de liquidez), los expertos alemanes consideran que solo ofrecen «un impulso limitado» a la actividad: no se espera que las medidas «vayan a proporcionar estímulos adicionales a la economía real», indica el informe. Sobre la tasa de paro, consideran que tocará mínimos históricos este año (6,7%) y se elevará hasta el 6,8% el próximo, al aumentar en 55.000 el número de personas sin trabajo.
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