enmudecido,
por sinvergüenza.
Sólo me queda,
y no encuentro,
porque no me queda,
el silencio,
de mi vergüenza,
la que envidio,
por mal
nacido.
Yo, Gutierre,
te digo,
lo que otros,
cobardes
no han sabido:
no portes
las medallas
que no has mercido.
No portes
los símbolos,
de la patria
a la que no has servido.
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