Para minimizar el riesgo es el tener unificada la documentación de todo el personal, de avión y de aeropuerto, así como aquella de todos los pasajeros.
El error ha sido el "no saber" que el personal estaba enfermo y a tratamiento. El no saberlo es porque la asistencia médica, pública, privada y laboral, no tienen una "documentación única".
El encontrarse la documentación sanitaria fragmentada y, ni siquiera relacionada, solo puede ser debido a dos circunstancias: ignorancia del administrador de lo público y/o intención de hacer daño. No parece probable la segunda circunstancia, aunque para un auditor y analista de sistemas, es tan posible como la primera.
El saber, el conocimiento y la instrumentación es posible desde 1995, año en el que la Comunidad Europea, España y Asturias, fueron sabedoras de tales posibilidades. Sin embargo, estas estructuras administrativas de lo común han actuado y lo siguen haciendo con negligencia con resultados de muerte de quienes circulan por su territorio, mar y aire, al amparo de su protección como firmantes del compromiso de la circulación de los individuos humanos firmado por su pertenencia a la Organización de las Naciones Unidas.
Las actitudes tomadas desde el accidente solo son muestra de su ignorancia y/o cinismo.
Que Asturias, España, Francia, Alemania y la Unión Europea, sean ignorantes no les exime de las muertes de estos pasajeros y tripulantes, sino que continúan en su malévola práctica, desviando la atención de su responsabilidad directa, que no indirecta ni tampoco excusable de responsabilidad.
¿Recordamos Spanair y Alvia?. ¿Continuamos con el psicótico que degüella al niño en Gijón?
¿Miramos hacia otro lado diciendo que no sabemos, que no nos interesa la política?
¿Seguimos ocupando la pena, o tiempo de espera del momento de nuestra muerte y, con ello eludimos nuestra responsabilidad como ciudadanos, y dejamos en herencia a nuestros hijos nuestra acción asesina y cobarde
No nos avergüenza mirar a los ojos de nuestros hijos. Les decimos que nosotros no somos los culpables de estos asesinatos, que son "los otros".
Nuestros hijos limpian los asesinatos de sus padres pagando diezmos y refiriendo que la condición de asesinos es de nuestros padres. Luego asesinamos a nuestros padres por culpa de otros que non les dan medios. Los tiramos en contenedores de residuos diferenciados a los que denominamos depósitos de cada eres de la tercera edad; como ciudadanos educados no les dejamos pudrir en las calles para que podamos utilizar estas sin el olor que al pudrir nuestros nuestros padres emanan. El vidrio en un depósito, el cartón en otro y, la materia
Orgánica no reutilizable, o padres, la quemamos.
El individuo humano de las subespecies no persona, es canibal, nedecans, que suena mejor en el circo del cinismo.
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