El retroceso fue incluso mayor si se tienen en cuenta todos los costes laborales que tienen que pagar las empresas (sueldos, cotizaciones sociales, indemnizaciones por despido, ropa de trabajo...). En este caso la caída a finales de 2014 fue del 0,5% en un año, hasta los 2.638,8 euros.
Entre las diferentes estadísticas sobre sueldos que hay en España, solo la del registro de convenios del Ministerio de Empleo recoge incrementos, del 0,6% en diciembre. No obstante, este dato no incluye al conjunto de la población asalariada, sino solo a aquella que está bajo la protección de un convenio (5,6 millones de trabajadores). Tampoco se contempla en este registro la evolución del sueldo de los nuevos contratados, sino la de las tablas salariales firmadas en el pacto colectivo.
La devaluación de los costes laborales fue una de las apuestas del Ejecutivo, empresarios y sindicatos para salir de la crisis. Los pactos salariales de 2010 y 2012, especialmente este último, firmados por patronales y centrales de trabajadores fueron una clara apuesta por la moderación salarial. A esto se sumó la reforma laboral del Gobierno de Mariano Rajoy aprobada en febrero de 2012, que abrió posibilidades para ir más allá de la congelación que habían pactado los agentes sociales unos días antes.
Esto se aprecia claramente en la estadística. Según la encuesta trimestral de costes laborales que elabora el INE, el retroceso del sueldo medio comenzó en 2010. Hubo una recuperación al año siguiente, pero a partir de 2012 el retroceso se agudizó. Hay que tener en cuenta que las cifras de ese año y el siguiente (2013), están muy distorsionadas por la suspensión de la paga extra a los funcionarios en 2012 y su recuperación posterior.
Los datos divulgados por el INE también demuestran que la devaluación salarial ha recaído más en quienes tienen los empleos más precarios. Un contratado a tiempo parcial cobraba a finales de año por hora 10,68 euros, un 1,2% menos que en 2013; un trabajador a jornada completa gana 16,11 euros, un descenso del 0,6%. Dicho de otra forma, el castigo en este caso es doble, pues al hecho de que un asalariado por horas gana un tercio menos el mismo tiempo que otro que tiene un contrato de ocho horas diarias, está la mayor caída anual.
En este contexto, los sindicatos y la patronal siguen con las negociaciones para renovar el pacto salarial para los próximos años casi medio año después de iniciar las conversaciones. Y por lo visto, todavía habrá que esperar para llegar a un punto común. El presidente de Cepyme, Antonio Garamendi, reclamó mantener la “moderación salarial”. “Es necesario mantener la línea del acuerdo de 2012”, apuntó en un desayuno informativo de Nueva Economía Forum, apoyándose en un dato que él mismo facilitó en su conferencia: el 66% de las pymes todavía están en pérdidas.
La posición de Garamendi fue contestada por el líder de UGT, Cándido Méndez: “Ahora hay que hacer cosas distintas [en referencia al citadao pacto de 2012] para incentivar el crecimiento de la demanda”. Méndez también lamentó que para el líder de las pymes los sueldos figuren al final de su lista de prioridades, en referencia al discurso de Garamendi. “El tema de los salarios está en el octavo pucontabilizaron los mayores descensos.
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