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13 mar 2015

A quienes se os aparezca un ángel en sueños, no despiertos.




A quienes se os apareció, o aparezca un ángel en sueños os recomiendo la lectura del libro que sigue. Recomendación que ya he hecho en otras ocasiones.

Al no tener saber del hecho de haber tenido la aparición en sueños de un ángel, por ello es que reiteró la recomendación.

Y, por si no me expresé bien, repito que la aparición ha de ser en sueños. Si la aparición es mientras estáis despiertos, la cuestión es clara: hBeis tenido un estado confusional que necesitáis la ayuda de un psiquiatra de los que se apellidan "biológicos", los otros son ángeles y no tienen el don de interpretar los sueños. Salvo que hagan uso de una herramienta a la nombran "diván" y conciten al profeta Freud, Sigmund Freud, o alguno de sus parientes.



Si el tratado es merecedor de estudio, quiero destacar la presentación que hace el recopilador Fernado Valera. 





Con todo esmero y cariño hemos seleccionado en el huerto de la GUÍA DE LOS DESCARRIADOS las que nos han parecido más bellas y perfumadas flores. Harto se nos alcanza que hay algo de profanación y mucho de osadía en nuestra empresa, y bien hubiéramos preferido, en vez de ofrecer al lectores este ramillete de rosas, haberlo llevado de la mano al jardín mismo donde se cultivan, para que eligiese las que fueran más de su agrado. La posibilidad estaba fuera de los alcances del deseo, y hemos tenido que conformarnos con resumir y quintaesenciar en nuestro alambique una obra que ya era toda quintaesencia.
Lo hicimos con amor y esmero. Si bien es verdad que han podido evaporarse en el trasiego algunos sutiles aromas, tenemos la certidumbre de que hemos acertado a recoger lo más selecto y perdurable de este libro inmortal, sin tergiversar el pensamiento de su autor, sin cercenar nada de lo que pudiera considerarse esencial; y también podría ser que lo que le hemos quitado en extensión y profundidad se lo hayamos añadido en gracia, claridad y ligereza.
Fernando Valera
México, D. F.,  2 de Abril de 1945.


Bueno, basta por hoy. Estoy cansado físicamente. Me dormiré sin saber si me acompaña, o más tarde lo hará, un ángel. Si me acompaña no hace falta que me señale el camino verdadero, sino el errado. Puestos a ser acompañados sin pedirlo, por lo menos que con gestos, no con carros ni con fuegos, me señale el camino ya explorado y no conveniente, o errado.

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